(L D- R. Colomer) El Grupo de Estudios Estratégicos considera que existe una "posibilidad cierta" a optar por la presidencia del Comité Militar de la OTAN, cargo que aunque carece de una capacidad real de influencia en las grandes decisiones de la Alianza Atlántica, sí está considerado como una posición de "relumbre" e "importante" en la estructura del organismo internacional.
Quizás se haya alertado al Ejecutivo español -reflexiona uno de los analistas del GEES- de la posibilidad de que en un futuro cercano trascendiera la oportunidad del Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz Roldán, de optar por la presidencia del Comité Militar de la OTAN y el eventual veto del Gobierno. Lo que llenaría de razones al principal partido de la oposición para criticar la política aislacionista de los socialistas en pleno periodo electoral y dañaría aún más si cabe la paupérrima imagen exterior de la España socialista. Asi pues, ante este temor, el Gobierno podría haber accedido a apoyar la candidatura.
En paralelo, el GEES encuadra el giro del presidente José Luis Rodríguez Zapatero dentro de un posible debate abierto en el Gobierno del PSOE que enfrenta a los que apuestan por "aparentar moderación" (que no significa que sea un sector moderado, apostilla) y los que siguen pujando por una política radical y unilateral como la que llevó a retirar las tropas españolas de Irak en 2004. Tomando como ejemplo la aprobación de la candidatura del JEMAD a la OTAN, el analista del prestigioso think tank estratégico considera que puede parecer que el jefe del Gobierno socialista está dejándose asesorar por el sector que apuesta por proyectar una imagen de moderación.
"Instrumento de presión"
Preguntado por esa "posibilidad cierta" a que el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general del Ejército, Félix Sanz, acceda a la presidencia del Comité Militar, el analista del GEES asegura que EEUU jugará una posición clave en la votación que se celebrará en la reunión del citado organismo prevista para noviembre en Bruselas.
Los estadounidenses, en su opinión, podrían apoyar la candidatura de Sanz con el objetivo de atraer a España hacia posiciones atlantistas y utilizar la presidencia española del Comité Militar como un instrumento de presión más para futuras y delicadas decisiones como las que se puedan tomar en Afganistán o en otros destinos con misiones de la OTAN.
El GEES revela que en EEUU existía un temor real a que España se descolgara de la Alianza Atlántica y fuera tomando posiciones no alineadas por lo que podría utilizar la hipotética posición española en la OTAN como una maniobra para tener controlado al socio díscolo. Atar corto. Lo que vendría a desmentir los intentos futuros (ya avanzados por el periódico oficioso del PSOE, El País) de "vender" el eventual nombramiento del general Sanz como una prueba de la normalización de las relaciones entre ambos países y la superación de la brecha abierta con la retirada unilateral de las tropas españolas en Irak.
En todo caso y aunque subrayan que el jefe del Estado Mayor es un general de altura, un gran conocedor de la Alianza Atlántica y un muy buen candidato, recuerdan que la diplomacia española atraviesa por uno de sus momentos más bajos con lo que no se puede garantizar que España pueda lograr el voto de otros actores esenciales en la OTAN como Inglaterra o Alemania. Planea, entonces, cierto escepticismo.