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EEUU niega haber mentido sobre las armas de destrucción masiva de Sadam

Tras las últimas manipulaciones en las que se trababa de hacer ver que EEUU había manipulado informes para justificar la guerra de Irak, dos altos cargos han negado que se haya faltado a la verdad y han insistido en que hay pruebas contundentes contra el derrocado régimen de Sadam Husein. Colin Powell y Condoleezza Rice también han desmentido que Dick Cheney presionara a la CIA para que exagera los informes.

L D (EFE) El secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, dijo en una comparecencia ante la cadena de televisión Fox News, antes de viajar a Chile para asistir a la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, que “jamás se falsearon” informes del espionaje sobre que Irak poseía armas prohibidas. “Los iraquíes tuvieron esa clase de armas a través de su historia. Ellos usaron armas químicas”, precisó el responsable de las relaciones internacionales de Estados Unidos.

Powell explicó que el derrocado gobierno de Bagdad tenía escondidos artefactos químicos prohibidos y que nunca reveló la totalidad de lo que poseía a los inspectores de armas de las Naciones Unidas. El secretario de Estado manifestó que los documentos, las pistas descubiertas y las confesiones de algunos iraquíes involucrados en los programas de armas de Bagdad pueden conducir a descubrimientos mayores. El secretario de Estado también tachó de “falsas” las afirmaciones de que durante varias visitas a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el vicepresidente Dick Cheney presionara para conseguir que los funcionarios de esa institución de espionaje exageraran sus informes sobre la amenaza iraquí.

Mientras tanto, la Consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, aseguró a la cadena de televisión NBC, que Sadam Husein desarrolló un programa de armas prohibidas que ocultó, e hizo hincapié en que la Casa Blanca siempre supo que estaban siendo fabricadas. “Ese fue un programa activo, peligroso y eficazmente escondido”, subrayó Rice, al reiterar que los servicios del espionaje estadounidense ofrecieron una “sólida” justificación para que se desatara la guerra contra Irak.

También despejó dudas sobre las supuestas presiones políticas que el “segundo” del gobierno de Bush, Dick Cheney, llevó a cabo sobre la CIA para que exagerara los informes sobre la fabricación de armas de destrucción masiva por parte de Bagdad. “Simplemente no es verdad”, destacó Rice, e insistió en que su país cuenta con pruebas convincentes de que existen esas armas en Irak, aunque más de dos meses después de la guerra contra la nación árabe no hayan podido ser encontradas a pesar de su intensa búsqueda.

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