LD (Agencias) La Casa Blanca afirmó que mantendrá la presión diplomática sobre Irán para forzarlo a eliminar la presencia de miembros de Al-Qaeda en su territorio y abandonar su supuesto programa de armas nucleares. "El presidente (George Bush) va a seguir un rumbo diplomático", dijo en una rueda de prensa el portavoz presidencial, Ari Fleischer, en medio de la creciente presión política y periodística en EEUU en favor de medidas más duras contra Irán. El funcionario reconoció que Washington espera de Teherán, uno de los países que Bush incluyó en enero de 2002 en el llamado "Eje del mal" -junto a Irak y Corea del Norte-, medidas más convincentes contra el terrorismo y más transparencia sobre sus planes armamentísticos.
El portavoz consideró "insuficientes" las medidas emprendidas por el Gobierno de Teherán, que el domingo informó de la detención de seguidores de Osama ben Laden, e insistió en que los iraníes "deben cumplir sus compromisos" en materia de lucha antiterrorista. "Espero que nadie sugiera que nuestra política debería ser hacer un guiño a Irán y decirle que está bien que dé refugio a terroristas. Este presidente no hará eso", añadió Fleischer. Sobre el desarrollo de un supuesto programa de armas atómicas, dijo que EEUU "espera que nadie quiera mirar hacia otro lado, si Irán está desarrollando armas nucleares", y señaló que los organismos internacionales comparten la preocupación de Washington.
El Consejo Nacional de la Resistencia de Irán, un grupo de oposición al gobierno islámico de Teherán, denunció en el periódico estadounidense The New York Times la existencia de dos laboratorios nucleares en territorio iraní desconocidos hasta ahora. Se trata, según este grupo en el exilio, de dos pequeños centros de investigación nuclear que han sido establecidos a pocos kilómetros al oeste de Teherán y que dependen de un centro mayor ubicado en localidad de Natanz, en el centro del país. En una entrevista con el diario neoyorquino, Ali Safavi, miembro del Consejo, afirmó que "el régimen iraní está trabajando en cómo burlar la supervisión internacional" y asegura que en uno de los centros ya se ha empezado a procesar uranio enriquecido.
El secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, se sumó al esfuerzo por reducir la tensión de los últimos días y dijo que no se ha cambiado la política hacia Irán y que los contactos mantenidos con funcionarios iraníes en Ginebra desde principio de año continuarán. "Nuestras políticas son bien conocidas y no estoy al tanto de cambios. Tenemos contactos con ellos y continuarán", manifestó Powell en unas declaraciones a la prensa en Washington.
El portavoz consideró "insuficientes" las medidas emprendidas por el Gobierno de Teherán, que el domingo informó de la detención de seguidores de Osama ben Laden, e insistió en que los iraníes "deben cumplir sus compromisos" en materia de lucha antiterrorista. "Espero que nadie sugiera que nuestra política debería ser hacer un guiño a Irán y decirle que está bien que dé refugio a terroristas. Este presidente no hará eso", añadió Fleischer. Sobre el desarrollo de un supuesto programa de armas atómicas, dijo que EEUU "espera que nadie quiera mirar hacia otro lado, si Irán está desarrollando armas nucleares", y señaló que los organismos internacionales comparten la preocupación de Washington.
El Consejo Nacional de la Resistencia de Irán, un grupo de oposición al gobierno islámico de Teherán, denunció en el periódico estadounidense The New York Times la existencia de dos laboratorios nucleares en territorio iraní desconocidos hasta ahora. Se trata, según este grupo en el exilio, de dos pequeños centros de investigación nuclear que han sido establecidos a pocos kilómetros al oeste de Teherán y que dependen de un centro mayor ubicado en localidad de Natanz, en el centro del país. En una entrevista con el diario neoyorquino, Ali Safavi, miembro del Consejo, afirmó que "el régimen iraní está trabajando en cómo burlar la supervisión internacional" y asegura que en uno de los centros ya se ha empezado a procesar uranio enriquecido.
El secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, se sumó al esfuerzo por reducir la tensión de los últimos días y dijo que no se ha cambiado la política hacia Irán y que los contactos mantenidos con funcionarios iraníes en Ginebra desde principio de año continuarán. "Nuestras políticas son bien conocidas y no estoy al tanto de cambios. Tenemos contactos con ellos y continuarán", manifestó Powell en unas declaraciones a la prensa en Washington.