L D (EFE) La convocatoria a ese encuentro no incluye a representantes de la ONU, organismo al cual EEUU ha otorgado un papel limitado a las actividades humanitarias que lo excluye de una intervención política. Fuentes de la Casa Blanca indicaron que la reunión, a la que asistirán iraquíes exiliados y residentes, tendrá como objetivo principal discutir un futuro gobierno transitorio.
Será la primera de una serie de encuentros organizados por Washington que culminarán con una conferencia para elegir a las nuevas autoridades iraquíes. “Esperamos que éste sea el foro para que los iraquíes discutan su visión del futuro y sus ideas sobre lo que debe ser su autoridad transitoria”, dijo este viernes Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado.
Agregó que EEUU espera que las reuniones culminen en una conferencia nacional que se pueda realizar en Bagdad para formar un gobierno que tenga el beneplácito de todos los iraquíes. El portavoz del Departamento de Estado admitió que será difícil conseguir un consenso entre los iraquíes, un país formado por minorías religiosas chií, suni y kurda, históricamente antagónicas.
“Es difícil. Lo reconocemos. Es por eso que consideramos esta reunión como la primera de lo que se espera sean varias” para encontrar coincidencias, dijo. La primera reunión de Nasiriya está presidida por el enviado presidencial estadounidense Zalmay Jalilzad, quien realizó una tarea similar en Afganistán después de que las fuerzas estadounidenses derrocaran al régimen talibán en los últimos meses del 2001. Mientras tanto, el control y manejo del país estará a cargo del general retirado Jay Garner, quien gradualmente irá cediendo sus facultades a un gobierno elegido por los iraquíes.
Boucher manifestó que entre los participantes en la reunión de Nasiriya se incluyen “iraquíes de las zonas recién liberadas”, miembros de la oposición y otros iraquíes que han participado en un proyecto del Departamento de Estado relativo al futuro de pos guerra. La urgencia de contar con una autoridad en el país se hizo evidente en los últimos días con el vacío de poder causado por la virtual derrota de las tropas de Sadam Husein y la caída de Bagdad y otras ciudades, ante el avance de las fuerzas anglo-estadounidenses que todavía encontraban algunos focos de resistencia.
Sin policía ni una autoridad presente, aparte de la de las tropas de la coalición, la población de Bagdad y la de Mosul se lanzó a las calles para saquear e incendiar edificios y lugares públicos. Sin embargo, el Pentágono restó importancia a ese caos y señaló que constituye una reacción natural de la población iraquí sometida a décadas de represión. “Se trata de un periodo de desorden”, dijo el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, quien rechazó que exista una situación de anarquía en las zonas bajo control de las tropas anglo-estadounidenses.
El jefe del Estado Mayor estadounidense, el general Richard Myers, manifestó que el restablecimiento del orden llevará algún tiempo y que las tropas aliadas lo garantizarán a medio plazo, como lo han hecho en las primeras ciudades que controlaron en su avance desde el sur. No obstante, Myers advirtió de que los soldados de EEUU y del Reino Unido tienen ahora otras prioridades, dado que la guerra continúa y que sigue habiendo focos de resistencia en el norte del país.
Será la primera de una serie de encuentros organizados por Washington que culminarán con una conferencia para elegir a las nuevas autoridades iraquíes. “Esperamos que éste sea el foro para que los iraquíes discutan su visión del futuro y sus ideas sobre lo que debe ser su autoridad transitoria”, dijo este viernes Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado.
Agregó que EEUU espera que las reuniones culminen en una conferencia nacional que se pueda realizar en Bagdad para formar un gobierno que tenga el beneplácito de todos los iraquíes. El portavoz del Departamento de Estado admitió que será difícil conseguir un consenso entre los iraquíes, un país formado por minorías religiosas chií, suni y kurda, históricamente antagónicas.
“Es difícil. Lo reconocemos. Es por eso que consideramos esta reunión como la primera de lo que se espera sean varias” para encontrar coincidencias, dijo. La primera reunión de Nasiriya está presidida por el enviado presidencial estadounidense Zalmay Jalilzad, quien realizó una tarea similar en Afganistán después de que las fuerzas estadounidenses derrocaran al régimen talibán en los últimos meses del 2001. Mientras tanto, el control y manejo del país estará a cargo del general retirado Jay Garner, quien gradualmente irá cediendo sus facultades a un gobierno elegido por los iraquíes.
Boucher manifestó que entre los participantes en la reunión de Nasiriya se incluyen “iraquíes de las zonas recién liberadas”, miembros de la oposición y otros iraquíes que han participado en un proyecto del Departamento de Estado relativo al futuro de pos guerra. La urgencia de contar con una autoridad en el país se hizo evidente en los últimos días con el vacío de poder causado por la virtual derrota de las tropas de Sadam Husein y la caída de Bagdad y otras ciudades, ante el avance de las fuerzas anglo-estadounidenses que todavía encontraban algunos focos de resistencia.
Sin policía ni una autoridad presente, aparte de la de las tropas de la coalición, la población de Bagdad y la de Mosul se lanzó a las calles para saquear e incendiar edificios y lugares públicos. Sin embargo, el Pentágono restó importancia a ese caos y señaló que constituye una reacción natural de la población iraquí sometida a décadas de represión. “Se trata de un periodo de desorden”, dijo el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, quien rechazó que exista una situación de anarquía en las zonas bajo control de las tropas anglo-estadounidenses.
El jefe del Estado Mayor estadounidense, el general Richard Myers, manifestó que el restablecimiento del orden llevará algún tiempo y que las tropas aliadas lo garantizarán a medio plazo, como lo han hecho en las primeras ciudades que controlaron en su avance desde el sur. No obstante, Myers advirtió de que los soldados de EEUU y del Reino Unido tienen ahora otras prioridades, dado que la guerra continúa y que sigue habiendo focos de resistencia en el norte del país.