El gobernador del estado de Alabama, Bob Riley, ha declarado el estado de emergencia tras confirmarse que el vertido de petróleo se aproximaba a sus costas.
"Este vertido supone una seria amenaza a nuestro entorno y nuestra economía", dijo Riley en una conferencia de prensa convocada para la ocasión. "Nuestras agencias estatales están trabajando con las agencias federales para preparar a Alabama para un desastre natural sin precedentes", añadió, según recoge el canal de noticias local WHNT.
La fisura submarina dejada por la explosión de la plataforma en el golfo de México expulsa crudo a razón de 5.000 barriles diarios -800.000 litros-, lo que ha motivado un sentir de emergencia nacional y la extensión de la advertencia a los estados de Mississippi, Alabama, Florida y Luisiana, siendo estos tres últimos los únicos que, por el momento, han declarado el estado de emergencia.
Los primeros signos de la marea negra provocada por la destrucción de una plataforma petrolífera del golfo de México comenzaron a llegar este viernes a la costa sur de Estados Unidos por aire. Hasta el estado de Luisiana han llegado pájaros manchados de crudo que se convirtieron en símbolo del que ya está considerado como uno de los peores desastres ecológicos de la historia de Estados Unidos, pese a la movilización de autoridades y Ejército para impedir el avance del petróleo.
Explicaciones a BP
Las empresas involucradas en el vertido de petróleo del golfo de México tendrán que dar explicaciones ante la subcomisión de Energía y Comercio de la Cámara de los Representantes de Estados Unidos, informó el viernes un portavoz de la subcomisión.
Los directivos de BP y Halliburton, Lamar McKay y David Lesar respectivamente, se someterán a una vista que se celebrará el próximo 12 de mayo. La subcomisión ya ha solicitado a las empresas que les faciliten todo tipo de documentos que puedan estar relacionados con las potenciales causas que provocaron el accidente.
A BP se le ha pedido, además, que incluya en sus informes cualquier queja proveniente de los trabajadores de la planta petrolífera afectada que esté relacionada con problemas de construcción o ingeniería.
Mal tiempo
Vientos intensos y olas de gran altura amenazan con frustrar los esfuerzos por impedir que una marea negra de petróleo contamine las costas de Luisiana y desate una catástrofe ecológica no sólo en ese estado sino también en los de Florida y Alabama
El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó para el sábado un aumento de los vientos y de las mareas con olas que empujarán el petróleo al interior de las pequeñas bahías del sudeste de Luisiana.
Además, los vientos aumentarán la altura de las olas a lo que se sumará la probabilidad de tormentas eléctricas durante el día en toda la región, señaló.
Tom McKenzie, portavoz del Servicio de Pesca y Vida Salvaje de EEUU, manifestó que es posible que las olas hagan inútiles las barreras flotantes que ya se han instalado a poca distancia de las costas de Luisiana.
Entre tanto, pese a la amenaza de mal tiempo más de 6.000 efectivos y centenares de barcos continuaban hoy instalando las barreras flotantes en las costas de Luisiana que enfrenta la inminencia de un desastre ecológico y en su industria turística y pesquera.