LD (Agencias) Según Alexander Vershbow, el presidente de EEUU, George Bush, ya dijo en San Petersburgo en el curso de la cumbre que celebró con su colega ruso, Vladímir Putin, que EEUU "no pretende perjudicar los intereses de las compañías rusas". Por el contrario, "daremos la bienvenida a la participación de firmas rusas en el restablecimiento de las bases comerciales de Irak", declaró a la agencia Interfax .
El embajador recordó que EEUU decidió en virtud de la resolución 1483 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas prolongar el programa "Petróleo por alimentos" para suministrar vituallas a la población iraquí a cambio de crudo. Rusia fue hasta la guerra de Irak el beneficiario principal de ese programa, con entre el cuarenta y el sesenta por ciento de los contratos, y una de las preocupaciones de Moscú era precisamente que la nueva situación en Bagdad derivara en la anulación de esos negocios. Además, algunas empresas rusas, entre ellas el gigante petrolero Lukoil, habían firmado con el ahora depuesto régimen de Sadam Husein unos multimillonarios contratos para explotar varios de los yacimientos de crudo más ricos de Irak. En concreto está pendiente el futuro de los ricos depósitos de hidrocarburos en el yacimiento de Qurna Dos, en el sudeste iraquí, uno de los mayores de Irak y en los que Lukoil tenía grandes intereses según el acuerdo firmado con el anterior gobierno de Bagdad para su explotación.
Vershbow dijo que "la decisión relacionada con el desarrollo de nuevos yacimientos y la ampliación de la producción de crudo las tomará la futura Administración iraquí". De momento, señaló Vershbow, estos contratos quedan en suspenso, "ni se llevan a término, ni se anulan. La decisión la tomará el futuro gobierno iraquí".
El embajador recordó que EEUU decidió en virtud de la resolución 1483 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas prolongar el programa "Petróleo por alimentos" para suministrar vituallas a la población iraquí a cambio de crudo. Rusia fue hasta la guerra de Irak el beneficiario principal de ese programa, con entre el cuarenta y el sesenta por ciento de los contratos, y una de las preocupaciones de Moscú era precisamente que la nueva situación en Bagdad derivara en la anulación de esos negocios. Además, algunas empresas rusas, entre ellas el gigante petrolero Lukoil, habían firmado con el ahora depuesto régimen de Sadam Husein unos multimillonarios contratos para explotar varios de los yacimientos de crudo más ricos de Irak. En concreto está pendiente el futuro de los ricos depósitos de hidrocarburos en el yacimiento de Qurna Dos, en el sudeste iraquí, uno de los mayores de Irak y en los que Lukoil tenía grandes intereses según el acuerdo firmado con el anterior gobierno de Bagdad para su explotación.
Vershbow dijo que "la decisión relacionada con el desarrollo de nuevos yacimientos y la ampliación de la producción de crudo las tomará la futura Administración iraquí". De momento, señaló Vershbow, estos contratos quedan en suspenso, "ni se llevan a término, ni se anulan. La decisión la tomará el futuro gobierno iraquí".