LD (EFE) El secretario adjunto del Departamento de Justicia de EEUU, Christopher Wray, ha confirmado, mediante un comunicado de prensa, que el ciudadano estadounidense Ahmed Omar Abú Alí, de 23 años y detenido desde 2003 en Arabía Saudí, ha sido acusado formalmente de estar involucrado en una conspiración de la red terrorista Al-Qaeda para asesinar al presidente George Bush.
Tras llegar a territorio estadounidense deportado desde Riad, Abú Alí compareció ante un tribunal federal de Alexandria, en el estado de Virginia, en una audiencia preliminar donde no se pronunció sobre su inocencia o culpabilidad. Sin embargo, aprovechó para denunciar que fue víctima de torturas mientras permaneció detenido en territorio saudí, e incluso se ofreció a mostrar sus cicatrices al juez.
La fiscalía de EEUU afirma que el acusado discutió planes para asesinar a Bush con un miembro de Al-Qaeda sin identificar en 2002 y 2003, años en los que el acusado supuestamente estaba estudiando en una universidad saudí. Incluso, precisa los escenarios que discutieron. Uno en el que Abú Alí estaría lo suficientemente cerca para disparar al presidente, y otro en el que detonaría un coche-bomba. El interlocutor, del que no se desvela su identidad, es una de las 19 personas identificadas como terroristas por el Gobierno de Arabía Saudí en 2003.