Eso de vender haitianos para trabajar en la zafra de la República Dominicana no es más que una exajeración un poco tontorrona.
La realidad es que en los años 70-80, el trabajo de cortar la caña para producir azucar (lo que se llama zafra) no interesaba a los dominicanos, que lo encontraban extremadamente duro y mal pagado.
El Consejo Estatal del Azucar (CEA) que agrupaba los ingenios (fábricas de azucar de caña) exporpiados en el los 60 a los Trujillo hicieron un convenio con las autoridades haitianas para llevar braceros desde Haity por el tienpo que duraba la zafra, con el compromiso de repatriarlos inmediatamente después.
Y por el trabajo de reclutarlos y alojarlos temporalmente en Huanaminthe, se estableción una compensación per cápita.
Que ese dinero fuera a parar a los bolsillos de Baby Doc, parece evidente, pero no se trataba de venta de esclavos ni nada parecido. Los haitianos recibian su miserable paga en los bateyes de los ingenios dominicanos y muchos de ellos jamás regresaron a su país,porque aún bajo esas condiciones tan extremas de pobreza, en su tierra estaban mucho peor.
Eso de vender haitianos para trabajar en la zafra de la República Dominicana no es más que una exajeración un poco tontorrona.
La realidad es que en los años 70-80, el trabajo de cortar la caña para producir azucar (lo que se llama zafra) no interesaba a los dominicanos, que lo encontraban extremadamente duro y mal pagado.
El Consejo Estatal del Azucar (CEA) que agrupaba los ingenios (fábricas de azucar de caña) exporpiados en el los 60 a los Trujillo hicieron un convenio con las autoridades haitianas para llevar braceros desde Haity por el tienpo que duraba la zafra, con el compromiso de repatriarlos inmediatamente después.
Y por el trabajo de reclutarlos y alojarlos temporalmente en Huanaminthe, se estableción una compensación per cápita.
Que ese dinero fuera a parar a los bolsillos de Baby Doc, parece evidente, pero no se trataba de venta de esclavos ni nada parecido. Los haitianos recibian su miserable paga en los bateyes de los ingenios dominicanos y muchos de ellos jamás regresaron a su país,porque aún bajo esas condiciones tan extremas de pobreza, en su tierra estaban mucho peor.