L D (EFE) "El grupo parlamentario ha hablado, así que renunciaré como líder cuando se haya elegido a mi sucesor", indicó Iain Duncan Smith, que prometió su apoyo al candidato que sea elegido por su partido tras el proceso que se inicia automáticamente.
Duncan Smith había sido elegido en septiembre de 2001, con una amplia mayoría, pero al final su escasa capacidad de liderazgo, su poco carisma y su limitado peso en el grupo parlamentario acabaron por precipitar su caída, forzada por el sector crítico de su partido. A ello se unió una reciente acusación por la contratación de su esposa Betsy como secretaria, pagada con fondos públicos por un trabajo que, según sus detractores, nunca llegó a hacer.
Ahora el Partido Conservador deberá elegir a un nuevo líder con vistas a las elecciones generales, en principio previstas para 2005, en las que deberá competir con el actual primer ministro, Tony Blair. El candidato con más posibilidades a sustituir a Duncan Smith es Michael Howard, de 62 años y portavoz de Economía de los conservadores, que en 1997 fracasó en su afán por alzarse con el liderazgo del partido frente a William Hague (1997-2001).
Duncan Smith se vio obligado a presentarse a la moción de confianza –en la práctica, una moción de censura– después de que 25 parlamentarios de su partido presentasen el martes una carta reclamándolo ante el Comité 1922. Después de la reunión de este miércoles, el presidente de ese comité, Michael Spicer, anunció el resultado, más ajustado de lo que en principio se esperaba pero que, en cualquier caso, que obliga a Duncan Smith a presentar su renuncia.
El resultado de la moción de confianza ha abierto ya, de hecho, el proceso de recogida de candidaturas, que se prolongará hasta el 6 de noviembre. Spicer explicó que la primera votación para elegir al líder conservador se celebrará el 11 de noviembre. "El próximo líder será primer ministro", añadió en una escueta declaración Duncan Smith.
Duncan Smith había sido elegido en septiembre de 2001, con una amplia mayoría, pero al final su escasa capacidad de liderazgo, su poco carisma y su limitado peso en el grupo parlamentario acabaron por precipitar su caída, forzada por el sector crítico de su partido. A ello se unió una reciente acusación por la contratación de su esposa Betsy como secretaria, pagada con fondos públicos por un trabajo que, según sus detractores, nunca llegó a hacer.
Ahora el Partido Conservador deberá elegir a un nuevo líder con vistas a las elecciones generales, en principio previstas para 2005, en las que deberá competir con el actual primer ministro, Tony Blair. El candidato con más posibilidades a sustituir a Duncan Smith es Michael Howard, de 62 años y portavoz de Economía de los conservadores, que en 1997 fracasó en su afán por alzarse con el liderazgo del partido frente a William Hague (1997-2001).
Duncan Smith se vio obligado a presentarse a la moción de confianza –en la práctica, una moción de censura– después de que 25 parlamentarios de su partido presentasen el martes una carta reclamándolo ante el Comité 1922. Después de la reunión de este miércoles, el presidente de ese comité, Michael Spicer, anunció el resultado, más ajustado de lo que en principio se esperaba pero que, en cualquier caso, que obliga a Duncan Smith a presentar su renuncia.
El resultado de la moción de confianza ha abierto ya, de hecho, el proceso de recogida de candidaturas, que se prolongará hasta el 6 de noviembre. Spicer explicó que la primera votación para elegir al líder conservador se celebrará el 11 de noviembre. "El próximo líder será primer ministro", añadió en una escueta declaración Duncan Smith.