LD (EFE) La agencia estatal de noticias turca Anatolia ha informado de que la Policía se encuentra en alerta después de que una bomba estallara en un salón de té de la ciudad turca de Catak, muy cerca de la frontera con Irán. Esa misma localidad ha sido escenario de numerosos ataques de terroristas kurdos. Según los informes, una de las víctimas mortales es un oficial de la Policía.
El pasado domingo veintisiete de agosto, tres explosiones registradas en la localidad turística de Marmaris, en la costa del mar Egeo, hirieron a once turcos y a diez británicos. Un día después, otro atentado, que se atribuyó un grupo kurdo, causó la muerte a tres personas y heridas a decenas más en localidad mediterránea de Antalya. El pasado miércoles, una persona resultó herida en la explosión de un artefacto colocado en un cubo de basura, en la ciudad turca de Mersin, en la costa mediterránea.
Antes del inicio del verano, el grupo terrorista del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) amenazó con lanzar una campaña de ataques contra objetivos turísticos del país dentro de su lucha contra el Gobierno central de Ankara.