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Dos muertos en Irak un día después de que Sadam Husein fuera condenado a muerte

Las reacciones al anuncio de la condena a muerte para el depuesto presidente iraquí Sadam Husein se han sucedido este lunes en todo el mundo, con todo tipo de opiniones e interpretaciones. El periódico árabe internacional Al-Hayat y la cadena de televisión Al-Yazira han subrayado el "curioso silencio" que sobre la condena guardan los países vecinos de Irak. Allí, la violencia se ha cobrado la vida de dos personas y ha dejado heridas a otras siete. Las víctimas participaban en una protesta por la sentencia que fue dispersada a tiros por la Policía de Baquba.

LD (EFE) Mientras los gobiernos aliados del presidente estadounidense, George Bush, en Tokio y Camberra, elogiaban la sentencia judicial que condenó a muerte por ahorcamiento al depuesto dictador Sadam Husein, los gobernantes árabes mantienen un "espeso" silencio sólo perturbado por voces como la de los terroristas egipcios de los Hermanos Musulmanes que les advirtieron de que no "acepten más condiciones y dictados estadounidenses".
 
El primer ministro australiano, John Howard, manifestó por su parte que la condena es un triunfo para los ciudadanos de Irak y añadió que "el proceso del juicio es una señal de esperanza democrática y creo que el mundo debe verlo así". Por otro lado, el Gobierno nipón elogió la condena, al haber sido impuesta por un Tribunal Especial de Irak y bajo la nueva legislación nacional. "Aprobamos que el veredicto fuera ofrecido bajo las nuevas leyes iraquíes", señaló el ministro Portavoz y secretario jefe del Gabinete, Yasuhisa Shizoaki.
 
Mientras tanto, el Gobierno chino expresó su deseo de que Irak se estabilice cuanto antes por medio de un comunicado en el que dijo que el destino del depuesto presidente debe ser decidido por el pueblo iraquí.
 
"La parte china siempre ha pensado que el destino de Sadam tiene que ser decidido por el pueblo de Irak", señala una escueta nota del Ministerio de Asuntos Exteriores chino en la que se evita criticar tanto la intervención estadounidense como la gestión del ex dictador iraquí. En Londres, la ministra británica de Asuntos Exteriores, Margaret Beckett, afirmó que la desaparición de Husein no le convertirá en mártir entre los iraquíes.
 
Los gobiernos vecinos a Irak mantuvieron un silencio desde este domingo sobre el significado de esa condena, inédita en la historia árabe contemporánea. Los medios oficiales se han limitado a recoger la noticia, pero sin añadir comentario alguno. Esa actitud ha llamado la atención de los pocos medios árabes independientes, como la cadena de televisión Al-Yazira o el diario árabe internacional Al-Hayat, que destacan que sólo los políticos opositores se han atrevido a salirse de la norma.
 
En el interior de Irak, las protestas y celebraciones han proseguido. En Mosul, a 550 kilómetros al norte de Bagdad, una marcha de decenas de ciudadanos fue convocada en protesta por la sentencia. Los manifestantes portaban imágenes de Sadam y pancartas en las que pedían al Tribunal Penal Supremo iraquí que revise la sentencia y lo ponga en libertad. Las manifestaciones fueron convocadas pese a que en las provincias de Diyala y Nínive, además de Salaheldín y Bagdad, aún continúa el toque de queda impuesto el domingo por las autoridades locales para evitar que se produjeran episodios de violencia tras el anuncio del veredicto.

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