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Dos jefes de las terroristas FARC se niegan a deponer las armas

En una carta enviada a todos los grupos de las terroristas FARC, los jefes Rodrigo Granda, alias "El canciller", y Jesús Santrich, afirman que la organización no dejará las armas pese a las solicitudes de la comunidad internacional. "¡No y mil veces no!", afirman. La misiva de los terroristas fue reproducida por la Agencia Bolivariana de Prensa (ABP), de Venezuela, en su página de Internet.

En una carta enviada a todos los grupos de las terroristas FARC, los jefes Rodrigo Granda, alias "El canciller", y Jesús Santrich, afirman que la organización no dejará las armas pese a las solicitudes de la comunidad internacional. "¡No y mil veces no!", afirman. La misiva de los terroristas fue reproducida por la Agencia Bolivariana de Prensa (ABP), de Venezuela, en su página de Internet.
LD (Agencias) Los jefes terroristas Rodrigo Granda, alias "El canciller", y Jesús Santrich, afirman en una carta que "no seremos nosotros. ¡No y mil veces no!, no seremos quienes bajemos las armas de Marulanda (Manuel, alias de Pedro Antonio Marín o "Tirofijo", líder y fundador de las FARC fallecido en marzo pasado), las armas del pueblo, que se han levantado por la emancipación".

Los terroristas insisten: "Juramos que no seremos nosotros quienes arriemos sus espadas, sus lanzas, sus machetes, sus fusiles y sus banderas". Subrayan que "en el caso de las FARC, que desenvuelven su lucha en medio de las peores atrocidades que (en) contra del pueblo desatan las oligarquías, jamás condenaremos ni desistiremos de la insurrección armada".

La comunicación fue divulgada por la ABP en el marco de un debate que, según esa agencia, fue "generado básicamente por el comandante (presidente de Venezuela) Hugo Chávez Frías, dadas sus últimas declaraciones".

En las últimas semanas, Chávez pidió a las FARC que liberen a todos sus rehenes y abandonen la lucha armada. La carta, que no tiene fecha, se difundió un día después de que millones de personas marcharan en Colombia y en otras partes del mundo para pedir a los terroristas la puesta en libertad de las personas que tiene secuestradas, y el cese de la violencia.

Granda y Santrich, sin embargo, subrayan en el escrito que están dispuestos a "empeñar" sus vidas para "no defraudar a quienes creen en las luchas de los pueblos" y a quienes "respaldan la necesidad de la lucha armada en las circunstancias que rodean a los pobres de Colombia".

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