LD (Agencias) Según el periódico árabe internacional Asharq Al-Awsat Raghdad, de 35 años, y Rana, de 33, hijas del ex dictador iraquí Sadam Husein, quieren mudarse al Reino Unido, dado que no se acostumbran a sus paupérrimas condiciones de vida actuales. El diario dice haber hablado por teléfono con un primo de Sadam Husein, Izzi-Din Mohamed Hasán Al Majid, exiliado en Londres y, al parecer, encargado de formalizar la petición de asilo de estas dos mujeres.
Según Al Majid, su preferencia es vivir en el Reino Unido, pero si su solicitud es denegada intentarán exiliarse en Egipto, Qatar o los Emiratos Árabes Unidos. "Sufren un desorden psicológico agudo", reveló el primo de Sadam, que explicó que ambas habitan con sus nueve hijos en dos minúsculas habitaciones en casa de una familia en Bagdad, donde son obligadas a cocinar y lavarse su propia ropa.
Sus maridos fueron asesinados por Sadam en 1996 tras regresar de Jordania con la promesa de que no serían castigados. Al Majid, que el pasado abril visitó Irak después de ocho años en el exilio, aclaró que ninguna de las dos viudas tiene idea de dónde pueden estar escondidos el dictador y sus dos hijos Uday y Qusay. "Están muy disgustadas por lo que ha sucedido en Irak, sobre todo cuando hablan de la guerra y de la caída del régimen. Vi lágrimas en sus ojos", relata el iraquí en la entrevista.
Según Al Majid, su preferencia es vivir en el Reino Unido, pero si su solicitud es denegada intentarán exiliarse en Egipto, Qatar o los Emiratos Árabes Unidos. "Sufren un desorden psicológico agudo", reveló el primo de Sadam, que explicó que ambas habitan con sus nueve hijos en dos minúsculas habitaciones en casa de una familia en Bagdad, donde son obligadas a cocinar y lavarse su propia ropa.
Sus maridos fueron asesinados por Sadam en 1996 tras regresar de Jordania con la promesa de que no serían castigados. Al Majid, que el pasado abril visitó Irak después de ocho años en el exilio, aclaró que ninguna de las dos viudas tiene idea de dónde pueden estar escondidos el dictador y sus dos hijos Uday y Qusay. "Están muy disgustadas por lo que ha sucedido en Irak, sobre todo cuando hablan de la guerra y de la caída del régimen. Vi lágrimas en sus ojos", relata el iraquí en la entrevista.