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Dos disidentes cubanos más están en huelga de hambre, uno de ellos preso

Además de Guillermo Fariñas, dos disidentes cubanos más están en huelga de hambre en la isla, uno de ellos se encuentra en prisión. Así lo ha comunicado la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez.

Sánchez divulgó un comunicado en La Habana en el que afirma que el opositor Franklin Pelegrino cumple este martes 30 días de ayuno en su casa en la provincia de Holguín, en el este, mientras que el disidente preso Darsi Ferrer se declaró en huelga de hambre hace 10 días.

Con Pelegrino y Ferrer, son tres los disidentes que ahora se encuentran en huelga de hambre en Cuba, pues el psicólogo y periodista disidente Fariñas lleva más de un mes de ayuno para pedir a la dictadura de los Castro la excarcelación de 26 opositores enfermos.

Fariñas comenzó su ayuno tras el fallecimiento en La Habana, el pasado 23 de febrero, del albañil disidente preso Orlando Zapata al cabo de una huelga de hambre de 85 días, cuya muerte también motivó que al menos una docena de presos políticos y opositores iniciaran protesta similares, aunque todas concluyeron al cabo de varios días.

De acuerdo con la CCDHRN, Pelegrino es "un defensor de derechos humanos" que "cumple este martes 30 días en huelga de hambre, en su domicilio, para apoyar la demanda de Fariñas".

En el caso de Ferrer, que es médico, la comisión señala que fue "recientemente adoptado como prisionero de conciencia por Amnistía Internacional" y se declaró en huelga de hambre el 20 de marzo en la prisión de alta seguridad de Valle Grande, en La Habana.

Añade que la protesta de Ferrer tiene lugar por la "mala atención estomatológica que recibe y la violación de su derecho al debido proceso, pues permanece encarcelado, sin juicio ni cargos formales, desde el 21 de julio de 2009".

La CCDHRN resalta que "no apoya en ningún contexto" la realización de huelgas de hambre y apunta que régimen castrista "está en plena capacidad para propiciar un desenlace humano, que evite nuevas muertes de huelguistas o prisioneros muy enfermos".

La dictadura "debiera escuchar, aunque sea por una vez en más de 50 años, los múltiples pedidos que le han formulado diversos gobiernos, Parlamentos, altos dignatarios y ONGs para que ponga en libertad a los prisioneros de conciencia más enfermos y, en general, a todos los presos por motivos políticos", agrega.

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