LD (EFE) El portavoz del Gobierno interino de Irak Anuar Mohamed Amin, ha confirmado que doce miembros de la Guardia nacional han muerto al ser emboscados por un grupo de terroristas. El atentado tuvo lugar en la zona de Kirkuk, a unos 250 kilómetros al norte de Bagdad.
Según informes oficiales, los soldados volvían a Kirkuk tras terminar su jornada de vigilancia de las vitales instalaciones petroleras de la región, cuando fueron atacados por los terroristas junto a la localidad de Zab, a unos 65 kilómetros al suroeste de la ciudad. Al parecer, los guardias fueron inicialmente sorprendidos por la explosión de una bomba colocada en el arcén de la carretera. Enseguida, se desató un violento tiroteo.
Kirkuk es una de las provincias más conflictivas de Irak, ya que en su suelo, muy rico en petróleo, viven entre constantes fricciones kurdos, turcomanos y árabes, estos últimos considerados simpatizantes del antiguo régimen derrocado de Sadam Husein. Este incidente es el más grave sucedido tras las elecciones del pasado domingo, y pone fin a dos días de relativa calma.