LD (EFE) El jefe de la brigada antiterrorista de Scotland Yard, subcomisario Peter Clarke, reveló que la policía ha encontrado material destinado a la fabricación de explosivos, incluidos componentes eléctricos y sustancias químicas. Clarke precisó que se han llevado a cabo sesenta y nueve registros en viviendas y establecimientos comerciales, vehículos y espacios públicos. En las redadas, los agentes han hallado más de 400 ordenadores, doscientos teléfonos móviles y 8.000 artículos electrónicos de distinto tipo, como CD y DVD, entre ellos grabaciones en las que supuestos terroristas anuncian su voluntad de cometer atentados suicidas.
Los expertos policiales han obtenido hasta ahora de los ordenadores confiscados un total 6.000 gigabytes de datos que la Policía tendrán que examinar, añadió el jefe de la brigada antiterrorista de Scotland Yard, para el que la investigación "meticulosa" de ese material requerirá muchos meses. "La amenaza es real, no podemos ser complacientes", dijo Clarke, que subrayó que la "inmensa" magnitud del complot y dijo que las investigaciones "se extenderán por todo el mundo".
Los veintitrés sospechosos (todos británicos y la mayoría de origen paquistaní) fueron detenidos el 10 de agosto en varias redadas en Londres, Birmingham (centro de Inglaterra) y Buckinghamshire (cerca de la capital) en relación con la supuesta trama. Los supuestos terroristas pretendían, según la policía, introducir por separado explosivos líquidos en diez aviones que cubrían la ruta entre el Reino Unido y EEUU para mezclarlos en pleno vuelo y hacer estallar los aviones
Los expertos policiales han obtenido hasta ahora de los ordenadores confiscados un total 6.000 gigabytes de datos que la Policía tendrán que examinar, añadió el jefe de la brigada antiterrorista de Scotland Yard, para el que la investigación "meticulosa" de ese material requerirá muchos meses. "La amenaza es real, no podemos ser complacientes", dijo Clarke, que subrayó que la "inmensa" magnitud del complot y dijo que las investigaciones "se extenderán por todo el mundo".
Los veintitrés sospechosos (todos británicos y la mayoría de origen paquistaní) fueron detenidos el 10 de agosto en varias redadas en Londres, Birmingham (centro de Inglaterra) y Buckinghamshire (cerca de la capital) en relación con la supuesta trama. Los supuestos terroristas pretendían, según la policía, introducir por separado explosivos líquidos en diez aviones que cubrían la ruta entre el Reino Unido y EEUU para mezclarlos en pleno vuelo y hacer estallar los aviones