LD (EFE) La asesora de Hillary Clinton en su campaña por obtener la candidatura del Partido Demócrata a la presidencia de EEUU, Geraldine Ferraro, presentó su renuncia después de ser acusada de haber hecho declaraciones consideradas racistas contra el senador Barack Obama.
Hace unos días, Ferraro provocó un revuelo al atribuir el éxito del aspirante demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, al color de su piel. En declaraciones a un periódico californiano dijo que "si Obama fuera un hombre blanco, no estaría en esta posición" de liderazgo. Enseguida, explicó: "Y si fuera una mujer, no estaría en esta posición. Sucede que tiene mucha suerte de ser quien es. Y el país está cautivado por el concepto".
Días después, Ferraro -que compitió en las elecciones de 1984- se negó a rectificar, e insistió en que no lamentaba de ninguna manera lo dicho. No obstante, precisó que sus comentarios habían sido sacados de contexto e interpretados como racistas por la campaña de Obama, a quien acusó de estar dividiendo al Partido Demócrata.