LD (EFE) El presidente de la República Checa, Vaclav Klaus, ha recibido la renuncia del primer ministro y jefe del conservador Partido Democrático Ciudadano (ODS), Mirek Topolanek, y de su Gobierno cinco semanas apenas de haberse constituido y después de que el tres de octubre perdiera un voto de confianza en el Parlamento. Vaclav Klaus emprenderá a partir de este miércoles una ronda de consultas con delegaciones de las cinco formaciones presentes en la Cámara, incluyendo a los comunistas, a pesar de haber rechazado cualquier formación de Gobierno que dependa de esta formación izquierdista.
La gestión de Topolanek estaba formada por nueve ministros de la ODS y otros seis sin afiliación política. Aunque el ODS ganó las legislativas de junio, donde obtuvo el 35,4 por ciento de los sufragios, hubo un empate a cien escaños entre las fuerzas de la izquierda y del centro derecha.
En las elecciones pasadas, los socialdemócratas obtuvieron con 74 diputados y los comunistas 26, mientras que los conservadores se hicieron con 81, los democristianos con 13, y los verdes (ecologistas) con 6. La forja de una alianza tácita entre el líder socialdemócrata y ex primer ministro socialdemócrata Jiri Paroubek, y el jefe comunista, Vojtech Filip, hizo a la larga imposible la creación de un gobierno, cuyo fin declarado y primordial era llevar al país a nuevas elecciones en la primavera del 2007.
Klaus deberá aceptar la dimisión de Topolanek y, tal como prevé la Constitución, mandar un nuevo primer ministro que intente formar Gobierno, si bien adelantó que no llevará a cabo tal designación hasta finales de octubre. Se ha especulado con la puesta en escena de una administración de tecnócratas, valido también para los comunistas, y que podría estar encabezado por algún ex político de la década pasada.