LD (EFE) La explosión de un coche-bomba junto a un control policial en el barrio de Zaiuna, en el este de Bagdad ha dejado diez muertos, entre ellos cuatro policías y un periodista kuwaití que trabajaba como un corresponsal de la agencia oficial de su país, KUNA.
Cerca de allí, al sur, un soldado estadounidense murió víctima de un ataque perpetrado por un grupo de terroristas armados con metralletas y fusiles. En el tiroteo también perecieron dos de los atacantes. Con esa muerte, asciende a 1.150 el número oficial de militares de EEUU caídos en Irak desde que en marzo de 2003 comenzara la invasión y posterior ocupación de esta país.
Por su parte, el ministro iraquí de Estado para la Seguridad, Kasem Daud, ha informado de que ocho terroristas murieron el miércoles en diferentes enfrentamientos producidos en tres barrios de Bagdad. En declaraciones a la radio iraquí, dijo que "varios grupos de encapuchados armados" -no precisó si pertenecían a algún grupo en concreto- habían librado duros combates con la policía iraquí, que estaba apoyada por tropas estadounidenses.