LD (EFE) Una potente explosión causada por una bomba colocada en el parque de Kosuyolu, en el barrio pobre de Baglart, y cerca de una estación de autobuses de la provincia de Diyarbakir, ha provocado la muerte de diez personas y heridas en otras diecisiete. Entre las víctimas mortales hay siete niños.
Tras la detonación las autoridades anunciaron la muerte de siete personas, y afirmaron que entre los heridos había varios muy graves. Según la agencia de noticias oficial Anatolia, tres de ellos fallecieron posteriormente en un hospital de la zona. Fuentes hospitalarias indicaron que aún permanecen bajo cuidados cinco de los afectados. Su estado es crítico.
Ningún grupo terrorista ha asumido hasta el momento la autoría de la explosión, mientras que las autoridades no han publicado ningún comunicado oficial sobre las posibles causas de la detonación, que según testigos presenciales ocurrió a una hora en la que la calle estaba abarrotada de gente.
Según el canal de televisión turco NTV, la Policía no descarta que se trate de una bomba activada por control remoto o una bomba de efecto retardado colocada en la entrada del parque. La prensa turca señala que el atentado se produjo después de que grupos políticos kurdos y varios intelectuales del país hicieran un llamamiento para que el criminal Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) abandone la lucha armada.