LD (EFE) Jerusalén permanece en estado de alerta ante la llegada este miércoles del presidente de EEUU, George Bush, en su primera visita a Israel y los territorios palestinos para impulsar el proceso de paz entre ambas partes. El mandatario se alojará en la suite 622 del histórico hotel Rey David, sede del Gobierno británico en la época del antiguo protectorado de Palestina.
Según fuentes policiales, los principales riesgos que existen en esta ocasión es la actitud asumida por grupos nacionalistas israelíes que repudian el proceso de paz que Bush alienta desde la pasada conferencia de Annapolis. Los responsables policiales temen que, además de bloquear el paso a la comitiva presidencial estadounidense, esos radicales intenten penetrar en la explanada de las Mezquitas, donde en la antigüedad estuvieron los templos bíblicos hebreos.
Los activistas del movimiento nacionalista israelí han convocado manifestaciones ante la muralla de la ciudad vieja en protesta por una posible división de Jerusalén, que supone uno de los puntos cruciales de las actuales negociaciones con los palestinos. Asimismo han realizado llamamientos para que se realicen concentraciones en el asentamiento de Har Joma, en la parte árabe de la ciudad, en contra de un plan del primer ministro israelí, Ehud Olmert, para evacuar decenas de enclaves judíos de Cisjordania.