Las autoridades judiciales argentinas reclamaban la búsqueda y captura de Jorge Alberto Soza, de 72 años, por su presunta participación en delitos cometidos entre septiembre de 1975 y principios de 1977, en la ciudad de Neuquén, ubicada en la Patagonia argentina. Por ello, el argentino se enfrenta a una pena de prisión que oscila entre los 3 y los 15 años.
La Justicia de su país estima que el fugitivo participó en la detención ilegal (secuestro) y tortura de personas acusadas de formar parte de células terroristas que operaban en la región, en al menos 18 ocasiones. En 1992, Jorge Alberto Soza se trasladó a España y se estableció con su familia en la localidad valenciana de Carcaixent, donde adquirieron la nacionalidad española sin renunciar expresamente a su origen argentino, según informó la Policía.
La detención se ha llevado a cabo por agentes del Grupo de Localización de Fugitivos, perteneciente a la Comisaría General de Policía Judicial, el Grupo de Crimen Organizado de la Jefatura Superior de Policía de Valencia y el Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Ontinyent (Valencia).