LD (EFE) El plenario de la Cámara Baja de Brasil destituyó al diputado Roberto Jefferson, del Partido Laborista Brasileño (PTB) y primer denunciante de los asuntos de corrupción en que se hundió el partido del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. El diputado quedó desposeído de su mandato una vez que el recuento de votos, emitidos en forma secreta, llegó al mínimo de 257 que se requería a favor de la destitución para que ésta fuese aprobada.
El líder laborista se convirtió así en la primera víctima de una verdadera avalancha de denuncias de corrupción, que comenzó con sus propias acusaciones contra el Partido de los Trabajadores y otras formaciones de la coalición de Gobierno. Con esa decisión, Jefferson pierde así sus derechos políticos durante los próximos ocho años.
Jefferson fue procesado por denunciar, sin presentar prueba alguna, que entre 2003 y 2004, los primeros dos años de Lula en el poder, el PT sobornó a decenas de diputados de otros partidos para construir la mayoría parlamentaria que el gobierno no obtuvo en las urnas. También fue enjuiciado por haber admitido que él mismo recibió dinero del partido oficial y que no lo declaró a las autoridades electorales y fiscales, lo que supone un grave delito político y financiero.
Jefferson, de 53 años, es el primer político sancionado por la ola de corrupción que se abate sobre Brasil y sólo podrá volver a postular al Congreso en las elecciones del 2014, pues los próximos comicios están planteados para los años 2006 y 2010. Además del citado están procesados con fines de destitución otros 17 diputados de seis partidos, de los cuales solamente uno no pertenece a la coalición de gobierno. Todos están procesados por recibir dinero irregularmente y en forma oculta del PT, por lo que el caso de Jefferson puede servir ahora como precedente.