(José Carlos Rodríguez) La última encuesta de Rasmussen refleja una ventaja de dos puntos (49 a 47 por ciento) para George W. Bush, la misma que Fox News da al candidato demócrata (48 a 46 por ciento), mientras que Gallup otorga un 49 por ciento de las intenciones de voto para cada uno. Ralph Nader recibiría un uno por ciento. Pero lo que cuenta no es el cómputo del voto popular, sino el número de votos electorales que aportan cada uno de los estados. Mientras que el sentido de alguno de ellos, como Nueva York o Texas, está decidido, hay varias entidades en los que solo hay incertidumbre en torno al resultado, y es donde se está jugando la elección del futuro Presidente.
A lo largo del primero de noviembre los candidatos se han acercado a varios de esos estados, como Ohio, Wisconsin, Minesota o Florida, donde se decidió el resultado de las pasadas elecciones de 2000. En Wisconsin, George Bush ha vuelto a hablar de su ejecutoria en estos cuatro años, recordando su rebaja de impuestos, en peligro, dice, si es relevado por su rival, o su reforma del sistema educativo. También ha incidido en que él es una persona de confianza, con criterios y convicciones firmes, mientras que John Kerry ha cambiado de opinión como una veleta, según las encuestas o el momento político. Un mensaje que ha sido central en la campaña republicana y al que el propio Kerry ha contribuido en no escasa medida con el cambio de opinión en algunas cuestiones fundamentales, como la guerra de Irak. El candidato demócrata, por su parte, ha incidido en que el Presidente ha cometido errores garrafales en la gestión de la guerra de Irak. También dice que ha distraído la verdadera lucha contra el terrorismo, tomando la decisión de invadir Irak en lugar de perseguir a Osama ben Laden o mirar a otros posibles estados gamberros, como Corea del Norte. En los últimos días pide un nuevo comienzo para EEUU, representado por él mismo.
Osama ben Laden amenaza a los votantes
Precisamente cuatro días antes de las elecciones la cadena qatarí Al -Yazira emitió un vídeo grabado por el terrorista responsable de los atentados del 11 de septiembre. Pero no es hasta ahora cuando se ha sabido, tras una nueva traducción de la cinta, que las amenazas de Ben Laden no se dirigían al país en general, sino en concreto a los estados que opten mayoritariamente por la reelección de George Bush. Esta revelación todavía no ha recibido mucho eco en las televisiones estadounidenses, a excepción de Fox News. Precisamente una información de este lunes de The New York Post concluía que el vídeo de Osama ben Laden había hecho muy poca mella en las intenciones de los votantes. Pero este giro en la información sobre el sentido de las amenazas del terrorista saudita sí podría influir en el voto. Es pronto para saber cómo reflejarán los periódicos del martes, día de las elecciones, esta revelación sobre el verdadero significado de sus palabras. George Bush aventaja a su rival en la valoración de los americanos sobre quién sería más adecuado para la lucha contra el terrorismo, por lo que cualquier noticia relacionada con este asunto, y más una nueva amenaza de Ben Laden, podría favorecer al presidente en el poder.