L D (EFE) La bomba fue descubierta por un trabajador de la SNCF, a las 12.35 locales (11.35 GMT), en la vía, en la localidad de Montieramey, cerca de Troyes (este francés).
Un grupo de crisis, constituido por los responsables de las fuerzas de seguridad, incluida la División Nacional Antiterrorista (DNAT) se reunió en el Ministerio del Interior, mientras la empresa nacional de ferrocarriles, SNCF, anunció una nueva inspección a fondo de los 32.500 kilómetros de la red ferroviaria francesa.
El tráfico fue interrumpido, los artificieros fueron llamados para neutralizar el artefacto y los dos principales fiscales antiterroristas se personaron en el lugar de los hechos. El artefacto estaba semienterrado entre el balasto y las traviesas. "Invito a todos a mantener la serenidad mientras no tengamos el resultado de los análisis", dijo el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, a la prensa camino de un mitin electoral, a cuatro días de la segunda ronda de los comicios regionales y cantonales.
Según el Ministerio del Interior, se trataba de una caja de plástico transparente, de 20 centímetros por 20, que contenía nitrato y fuel, una pila plana conectada a seis detonadores pirotécnicos y un detonador cuya función era inflamarse y hacer estallar la mezcla explosiva de nitrato y fuel. También había un sistema de relojería casero con un cable desconectado. "Este dispositivo no corresponde al que había sido anunciado" en las cartas del grupo AZF, afirmó el Ministerio, en un comunicado.
Un grupo de crisis, constituido por los responsables de las fuerzas de seguridad, incluida la División Nacional Antiterrorista (DNAT) se reunió en el Ministerio del Interior, mientras la empresa nacional de ferrocarriles, SNCF, anunció una nueva inspección a fondo de los 32.500 kilómetros de la red ferroviaria francesa.
El tráfico fue interrumpido, los artificieros fueron llamados para neutralizar el artefacto y los dos principales fiscales antiterroristas se personaron en el lugar de los hechos. El artefacto estaba semienterrado entre el balasto y las traviesas. "Invito a todos a mantener la serenidad mientras no tengamos el resultado de los análisis", dijo el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, a la prensa camino de un mitin electoral, a cuatro días de la segunda ronda de los comicios regionales y cantonales.
Según el Ministerio del Interior, se trataba de una caja de plástico transparente, de 20 centímetros por 20, que contenía nitrato y fuel, una pila plana conectada a seis detonadores pirotécnicos y un detonador cuya función era inflamarse y hacer estallar la mezcla explosiva de nitrato y fuel. También había un sistema de relojería casero con un cable desconectado. "Este dispositivo no corresponde al que había sido anunciado" en las cartas del grupo AZF, afirmó el Ministerio, en un comunicado.
Diferencias importantes
Exceptuando este temporizador y el hecho de que se veían cables en el balasto, el artefacto era muy similar al que la policía encontró el pasado 21 de febrero en una vía del tren París-Toulouse, cerca de Limoges (centro), siguiendo las instrucciones de AZF. El temporizador de aquella bomba era mucho más sofisticado y los investigadores siguen sin saber si no explotó por decisión de los que lo colocaron o si fue por un fallo. Tampoco han podido determinar todavía si era voluntario o accidental el hecho de que el cable del artefacto no estuviera conectado al sistema de relojería.
La bomba del 21 de febrero estaba enterrada a 30 centímetros de profundidad y no se veía nada en el balasto. Este miércoles, en cambio, había unos cables en la superficie y eso fue lo que alertó al trabajador de la SNCF. En una aparente alusión a estas diferencias, el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, dijo que "hay que ser extremadamente prudentes" ya que el análisis del artefacto continúa.
Desde que, para mostrar la seriedad de sus amenazas, el grupo AZF indicó a la policía donde estaba la bomba hallada el 21 de febrero, hubo al menos dos intentos de pago de rescate, que se frustraron por un problema de localización y el mal tiempo.
Exceptuando este temporizador y el hecho de que se veían cables en el balasto, el artefacto era muy similar al que la policía encontró el pasado 21 de febrero en una vía del tren París-Toulouse, cerca de Limoges (centro), siguiendo las instrucciones de AZF. El temporizador de aquella bomba era mucho más sofisticado y los investigadores siguen sin saber si no explotó por decisión de los que lo colocaron o si fue por un fallo. Tampoco han podido determinar todavía si era voluntario o accidental el hecho de que el cable del artefacto no estuviera conectado al sistema de relojería.
La bomba del 21 de febrero estaba enterrada a 30 centímetros de profundidad y no se veía nada en el balasto. Este miércoles, en cambio, había unos cables en la superficie y eso fue lo que alertó al trabajador de la SNCF. En una aparente alusión a estas diferencias, el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, dijo que "hay que ser extremadamente prudentes" ya que el análisis del artefacto continúa.
Desde que, para mostrar la seriedad de sus amenazas, el grupo AZF indicó a la policía donde estaba la bomba hallada el 21 de febrero, hubo al menos dos intentos de pago de rescate, que se frustraron por un problema de localización y el mal tiempo.