LD (EFE) La organización internacional de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) acusó al Ejército de Uganda de torturar y asesinar civiles durante las operaciones militares que llevó a cabo entre septiembre de 2006 y enero pasado en la remota región de Karamoja.
La comarca semiárida está habitada por comunidades de pastores armados. La región es frecuente escenario de luchas tribales y de acciones de bandolerismo y robo de ganado, y el Ejército está intentando desarmar a los habitantes del área.
La investigadora de HRW, Elizabeth Evenson, presentó un informe de 97 páginas en el que asegura que "el Gobierno de Uganda tiene todo el derecho a quitar las armas a los ciudadanos ordinarios, pero los soldados también tienen que obedecer la ley". El documento recoge testimonios de unas cincuenta personas acerca de las operaciones del Gobierno y da conocer la información obtenida directamente en seis de los lugares donde se llevaron a cabo.
Según HRW, los testigos dijeron que los soldados habían disparado contra niños, matando a tres; que usaron vehículos blindados de transporte para aplastar dos granjas y, también, que habían golpeado duramente a varios detenidos para obtener información. El Ejército rechazó las acusaciones y dijo que el informe de HRW es "inexacto, parcial y aislado" respecto a lo que está sucediendo en Karamoja, según las autoridades.