L D (Agencias) Según las cifras presentadas por la Comisión Suprema Electoral, un 78 por ciento de los votantes iraquíes se decantó por el "sí", mientras que el 21 por ciento restante optó por el rechazado.
Sin embargo, la provincia de Nínive, considerada clave para la aprobación del borrador de la nueva Constitución iraquí, rechazó el texto, pero lo hizo con una mayoría simple, por lo que la Carta Magna se da por aprobada. De acuerdo con la ley electoral vigente en el país, si dos terceras partes de los votantes optaban por el "no" en tres de las 18 provincias del país, la Carta Magna quedaría anulada.
En dos de las principales provincias suníes –Salahedin y Al-Anbar– el "no" venció con amplitud, pero en Nínive, la última esperanza de los suníes que se oponían al texto, el rechazó no llegó al 67 por ciento necesario. "Puedo afirmar que el referéndum se ha realizado conforme a los estándares internacionales. El resultado final es preciso, completo, y honesto en un cien por cien", dijo a los periodistas Abuld Husein Hindawi, portavoz de la Comisión Suprema Electoral.
Desglosados en regiones, las cifras muestran que la aceptación fue mayoritaria en las provincias chiíes y kurdas, mientras que el "no" fue patrimonio casi exclusivo de las zonas suníes. El porcentaje mayor de aprobación correspondió a la ciudad de Arbil, capital del Kurdistán iraquí, mientras que la mayor cota de rechazo se registró en la provincia de Al-Anbar, feudo de los terroristas, con un 96 por ciento de noes.
En cuanto a la participación, Hindawi subrayó que fue de un 63 por ciento de los censados, cinco puntos por encima de la que hubo en las elecciones parlamentarios del pasado enero. El portavoz destacó, asimismo, que en el proceso han participado más de 52.000 supervisores iraquíes y cerca de 700 expertos internacionales, y que la Comisión ha recibido quejas, aunque todas ellas "de menor importancia".
Sin embargo, la provincia de Nínive, considerada clave para la aprobación del borrador de la nueva Constitución iraquí, rechazó el texto, pero lo hizo con una mayoría simple, por lo que la Carta Magna se da por aprobada. De acuerdo con la ley electoral vigente en el país, si dos terceras partes de los votantes optaban por el "no" en tres de las 18 provincias del país, la Carta Magna quedaría anulada.
En dos de las principales provincias suníes –Salahedin y Al-Anbar– el "no" venció con amplitud, pero en Nínive, la última esperanza de los suníes que se oponían al texto, el rechazó no llegó al 67 por ciento necesario. "Puedo afirmar que el referéndum se ha realizado conforme a los estándares internacionales. El resultado final es preciso, completo, y honesto en un cien por cien", dijo a los periodistas Abuld Husein Hindawi, portavoz de la Comisión Suprema Electoral.
Desglosados en regiones, las cifras muestran que la aceptación fue mayoritaria en las provincias chiíes y kurdas, mientras que el "no" fue patrimonio casi exclusivo de las zonas suníes. El porcentaje mayor de aprobación correspondió a la ciudad de Arbil, capital del Kurdistán iraquí, mientras que la mayor cota de rechazo se registró en la provincia de Al-Anbar, feudo de los terroristas, con un 96 por ciento de noes.
En cuanto a la participación, Hindawi subrayó que fue de un 63 por ciento de los censados, cinco puntos por encima de la que hubo en las elecciones parlamentarios del pasado enero. El portavoz destacó, asimismo, que en el proceso han participado más de 52.000 supervisores iraquíes y cerca de 700 expertos internacionales, y que la Comisión ha recibido quejas, aunque todas ellas "de menor importancia".
Una vez aprobada la Constitución, el siguiente paso en el proceso de transición iraquí será la convocatoria de nuevas elecciones, que con toda probabilidad se celebrarán a mediados de diciembre.