L D (EFE) Según ha dicho David Kay ante un comité del Senado a propósito de los arsenales prohibidos de Irak, "estábamos todos equivocados, algo que resulta inquietante".
El ex jefe de inspectores de la ONU y posteriormente de EEUU ha subrayado también que, durante su trabajo en Irak en los últimos meses ha llegado a la conclusión de que ese país "no tenía grandes arsenales" de armas prohibidas.
No obstante, Kay ha disculpado las conclusiones erróneas a las que llegaron los servicios de espionaje y ha recordado que gobiernos como los de Francia y Alemania, que se opusieron a la intervención militar, pensaban antes de la invasión que esos arsenales existían. Sobre la posibilidad de que todavía se encuentren las armas señaló que es "una posibilidad teórica (...) altamente improbable". Los inspectores, añadió, ya conocen a fondo el 85 por ciento de los programas de armamento iraquí y nada hace pensar que en el 15 por ciento restante se pueda encontrar nada significativo.
Kay, un experto en armas de destrucción masiva que dirigió tres misiones de inspección en Irak entre 1991 y 1992, declaró que antes de la guerra los servicios de espionaje hicieron "un análisis erróneo" de la situación, aunque descartó que hubiera motivaciones políticas para que dicho análisis pudiera ser equivocado y añadió que "todavía va a haber ambigüedad sobre lo que ocurrió en Irak". Con respecto a su caso personal, Kay subrayó que "nunca" sufrió "presiones" políticas por parte del Gobierno de EEUU durante los meses que estuvo en Irak, lo que se podría extrapolar al trabajo de por los servicios secretos antes de la guerra.
No obstante, Kay ha disculpado las conclusiones erróneas a las que llegaron los servicios de espionaje y ha recordado que gobiernos como los de Francia y Alemania, que se opusieron a la intervención militar, pensaban antes de la invasión que esos arsenales existían. Sobre la posibilidad de que todavía se encuentren las armas señaló que es "una posibilidad teórica (...) altamente improbable". Los inspectores, añadió, ya conocen a fondo el 85 por ciento de los programas de armamento iraquí y nada hace pensar que en el 15 por ciento restante se pueda encontrar nada significativo.
Kay, un experto en armas de destrucción masiva que dirigió tres misiones de inspección en Irak entre 1991 y 1992, declaró que antes de la guerra los servicios de espionaje hicieron "un análisis erróneo" de la situación, aunque descartó que hubiera motivaciones políticas para que dicho análisis pudiera ser equivocado y añadió que "todavía va a haber ambigüedad sobre lo que ocurrió en Irak". Con respecto a su caso personal, Kay subrayó que "nunca" sufrió "presiones" políticas por parte del Gobierno de EEUU durante los meses que estuvo en Irak, lo que se podría extrapolar al trabajo de por los servicios secretos antes de la guerra.
David Kay se refirió también al saqueo generalizado que se produjo en el país a consecuencia de la guerra y aseguró que en él hubo un propósito deliberado del régimen de Sadam de destruir todas las pistas que pudieran ayudar a conocer los programas de armamento, como ya adelantó en su primer informe, presentado a finales del año pasado ante un comité secreto del Capitolio. "Aquello lo llamamos 'el saqueo de Alí Babá' (...). Pensé que conocía a los mejores saqueadores del mundo, pero los iraquíes se distinguieron en esto de manera especial", dijo Kay.
El senador demócrata Carl Levin, presente en el comité, criticó con dureza al Gobierno del presidente de EEUU, George W. Bush, y recordó media docena de citas textuales de sus principales responsables antes de la guerra en la que afirmaban que Irak tenía esas armas. Levin recordó que "fuimos a la guerra porque Irak tenía armas, no programas o intenciones" y pidió que el Senado autorice una investigación independiente para saber si se manipuló la información de los servicios de espionaje para contentar a la Casa Blanca.
El senador demócrata Carl Levin, presente en el comité, criticó con dureza al Gobierno del presidente de EEUU, George W. Bush, y recordó media docena de citas textuales de sus principales responsables antes de la guerra en la que afirmaban que Irak tenía esas armas. Levin recordó que "fuimos a la guerra porque Irak tenía armas, no programas o intenciones" y pidió que el Senado autorice una investigación independiente para saber si se manipuló la información de los servicios de espionaje para contentar a la Casa Blanca.