L D (EFE) "Hemos recibido la carta del ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba que confirma lo que dijo (el presidente) Fidel Castro", en el sentido de que "no va a aceptar a la Ayuda Oficial al Desarrollo de la Comisión Europea ni la de los Estados miembros" de la UE, precisó un portavoz del Ejecutivo comunitario. La comunicación oficial de la renuncia, de una sola página, va acompañada del texto del discurso que pronunció Castro el pasado domingo, con motivo del 50 aniversario del comienzo de la revolución comunista en la Isla.
En su intervención, Castro dijo textualmente que, "por elemental sentido de dignidad", su Gobierno "renuncia a cualquier ayuda o restos de ayuda humanitaria que pueda ofrecer la Comisión Europea y los Gobiernos de la UE". La carta que ha llegado a las embajadas europeas y a la Oficina de la Comisión en La Habana precisa que, más adelante, se les comunicarán las "implicaciones prácticas" de esta decisión. Serán precisadas "oportunamente" por el ministerio para la Inversión Extranjera, se indica en el texto.
Bruselas prefiere esperar a conocer esos detalles prácticos de la decisión antes de pronunciarse sobre el futuro de su cooperación con la isla y, por ello, se limita a reiterar que "lamenta" la actitud de las autoridades cubanas. "Todo depende de la parte cubana, no vamos a hacer especulaciones ahora", según el mismo portavoz, que se remitió a la declaración emitida por la Comisión tras el discurso de Castro, en la que deploraba su decisión. La carta precisa que el rechazo de Cuba a la ayuda europea responde a las condiciones que la Unión y sus Estados miembros quieren imponer a la isla y que La Habana considera inaceptables.
Con este nuevo paso de las autoridades cubanas se confirma el deterioro de las relaciones entre las dos partes, de las que este viernes ha hecho balance el ministro de Gobierno cubano, Ricardo Cabrisas, en una declaración que distribuyó en Bruselas al Consejo de ministros de Comercio de los países ACP (Africa, Caribe y Pacífico). En ese texto, Cabrisas reprocha a la Unión Europea el haber cometido "errores muy graves respecto a Cuba" y mantener una actitud arrogante y prepotente. "La única salida a esta situación, creada por la Unión Europea, es que la propia Unión Europea reconsidere y rectifique su errado comportamiento", añade en su declaración.
Según el ministro cubano, "la UE haría bien en hablar menos y hacer más por los verdaderos derechos humanos de la inmensa mayoría de los pueblos del mundo y en moderar su arrogancia y prepotencia". Cabrisas precisa detalladamente los "agravios" de Europa hacia su país desde hace varios meses y critica especialmente las sanciones políticas y diplomáticas que la UE aprobó el pasado mes de junio en respuesta a la ola represiva contra disidentes en la isla y a las ejecuciones de tres secuestradores.
La Habana respondió a esas sanciones con movilizaciones multitudinarias frente a las embajadas de España e Italia, acciones que fueron de nuevo criticadas por los Quince en una declaración aprobada el pasado 21 de julio, en la que ratificaban las medidas adoptadas e instaban, no obstante, a mantener el diálogo político con el Gobierno cubano. Sin embargo, las autoridades cubanas renuncian también a ese diálogo, de forma que quedan en suspenso las relaciones políticas bilaterales.
Esta crisis afectará sin duda a otros ámbitos ya que los países de la Unión Europea son hoy el principal socio comercial de Cuba, su principal fuente de inversión extranjera, su primer proveedor de turistas y también su primer socio en la cooperación para el desarrollo, según datos de la Comisión. La isla caribeña recibe casi un millón de turistas europeos cada año y mantiene una relación comercial que alcanza los 2.100 millones de dólares anuales.
En su intervención, Castro dijo textualmente que, "por elemental sentido de dignidad", su Gobierno "renuncia a cualquier ayuda o restos de ayuda humanitaria que pueda ofrecer la Comisión Europea y los Gobiernos de la UE". La carta que ha llegado a las embajadas europeas y a la Oficina de la Comisión en La Habana precisa que, más adelante, se les comunicarán las "implicaciones prácticas" de esta decisión. Serán precisadas "oportunamente" por el ministerio para la Inversión Extranjera, se indica en el texto.
Bruselas prefiere esperar a conocer esos detalles prácticos de la decisión antes de pronunciarse sobre el futuro de su cooperación con la isla y, por ello, se limita a reiterar que "lamenta" la actitud de las autoridades cubanas. "Todo depende de la parte cubana, no vamos a hacer especulaciones ahora", según el mismo portavoz, que se remitió a la declaración emitida por la Comisión tras el discurso de Castro, en la que deploraba su decisión. La carta precisa que el rechazo de Cuba a la ayuda europea responde a las condiciones que la Unión y sus Estados miembros quieren imponer a la isla y que La Habana considera inaceptables.
Con este nuevo paso de las autoridades cubanas se confirma el deterioro de las relaciones entre las dos partes, de las que este viernes ha hecho balance el ministro de Gobierno cubano, Ricardo Cabrisas, en una declaración que distribuyó en Bruselas al Consejo de ministros de Comercio de los países ACP (Africa, Caribe y Pacífico). En ese texto, Cabrisas reprocha a la Unión Europea el haber cometido "errores muy graves respecto a Cuba" y mantener una actitud arrogante y prepotente. "La única salida a esta situación, creada por la Unión Europea, es que la propia Unión Europea reconsidere y rectifique su errado comportamiento", añade en su declaración.
Según el ministro cubano, "la UE haría bien en hablar menos y hacer más por los verdaderos derechos humanos de la inmensa mayoría de los pueblos del mundo y en moderar su arrogancia y prepotencia". Cabrisas precisa detalladamente los "agravios" de Europa hacia su país desde hace varios meses y critica especialmente las sanciones políticas y diplomáticas que la UE aprobó el pasado mes de junio en respuesta a la ola represiva contra disidentes en la isla y a las ejecuciones de tres secuestradores.
La Habana respondió a esas sanciones con movilizaciones multitudinarias frente a las embajadas de España e Italia, acciones que fueron de nuevo criticadas por los Quince en una declaración aprobada el pasado 21 de julio, en la que ratificaban las medidas adoptadas e instaban, no obstante, a mantener el diálogo político con el Gobierno cubano. Sin embargo, las autoridades cubanas renuncian también a ese diálogo, de forma que quedan en suspenso las relaciones políticas bilaterales.
Esta crisis afectará sin duda a otros ámbitos ya que los países de la Unión Europea son hoy el principal socio comercial de Cuba, su principal fuente de inversión extranjera, su primer proveedor de turistas y también su primer socio en la cooperación para el desarrollo, según datos de la Comisión. La isla caribeña recibe casi un millón de turistas europeos cada año y mantiene una relación comercial que alcanza los 2.100 millones de dólares anuales.