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Cuba acusa a EEUU de financiar a “mercenarios” y reprocha a la UE sus críticas

El Gobierno cubano acusó a EEUU de crear y financiar a los grupos contrarrevolucionarios de la isla y atribuyó los juicios sumarísimos contra disidentes a la necesidad de preservar la independencia de Cuba frente al endurecimiento de las hostilidades estadounidenses. La Habana también recriminó a la UE sus críticas a las detenciones de disidentes, advirtió que no aceptará presiones y no descartó la posibilidad de retirar su solicitud de ingreso al acuerdo de Cotonú.

LD (Agencias) El régimen de Fidel Castro ha acusado a EEUU de financiar y estar detrás de los grupos disidentes en la isla, lo que no ha impedido que algunos de sus miembros anuncien su intención de seguir adelante con su labor opositora. El Gobierno cubano considera que los juicios sumarísimos contra disidentes, que han supuesto severas condenas de cárcel para 75 de ellos, se basan en la necesidad de preservar su independencia frente a esta hostilidad, que había llegado a un punto “insostenible”. El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, en una conferencia de prensa de más de tres horas, denunció la intensidad de la campaña de Washington contra Cuba y desacreditó a los grupos opositores, a los que se refirió como “mercenarios”.

En la primera explicación oficial sobre los procesos contra disidentes celebrados entre el 3 y 7 de abril, Pérez Roque explicó que Cuba “se juega la independencia y el futuro” tras más de 40 años de “bloqueo” y “agresiones” de EEUU. La mayoría de los disidentes condenados fueron acusados de violar la Ley de Protección de la Independencia Nacional y la Economía de Cuba, que contempla fuertes sanciones para aquellos que “apoyen, faciliten o colaboren con los propósitos de la Ley Helms-Burton”. También esta ley se refiere a los que “favorecen el bloqueo, la guerra económica contra Cuba, la subversión y aquellas medidas que menoscaben la independencia y la soberanía de Cuba”.

Pérez Roque rechazó que su Gobierno haya aprovechado la coyuntura internacional creada por la guerra de Irak para abrir estos procesos y constató la “creciente hostilidad del nuevo Gobierno de EEUU, que ha aumentado hasta grados insospechados su retórica y hostilidad contra Cuba”. Con el Gobierno del presidente George Bush, insistió, “se ha dado un salto cualitativo en la hostilidad”. Pérez Roque fue especialmente duro con el jefe de la Sección de Intereses de Washington en La Habana (SINA), James Cason, y denunció que esa institución se ha convertido “en el Estado Mayor de las operaciones contra Cuba”.

El Ejecutivo cubano recriminó también a la Unión Europea (UE) por sus críticas a las detenciones de disidentes, advirtió que no aceptará presiones y no descartó la posibilidad de retirar su solicitud de ingreso al acuerdo de Cotonú. “Ya una vez Cuba retiró su solicitud del convenio de Cotonú, y si tuviera que hacerlo otra vez, lo haría”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque. El citado acuerdo es un pacto de asistencia económica entre la UE y el Grupo de Estados ACP (África, Caribe y Pacífico), que permitiría a la isla triplicar potencialmente la ayuda europea. “A nuestro país no se le puede chantajear ni presionar, nuestro país ha resistido el bloqueo norteamericano y no se ha doblegado, no tendría razones para aceptar presiones de otro actor internacional”, añadió el ministro en el mismo encuentro con la prensa.

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