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Cuatro observadores de la ONU en el Líbano mueren durante un bombardeo israelí

Aviones israelíes han bombardeado una base de la misión de observadores de las Naciones Unidas ubicada cerca de la ciudad libanesa de Khiam. Los fallecidos son de nacionalidad china, austriaca, finlandesa y canadiense. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, y el régimen de Pekín han condenado por separado el ataque. El primer ministro israelí, Ehud Olmert, expresó su "profundo pesar" y pidió investigar los hechos. Cerca de esa zona, soldados israelíes y terroristas de Hezbolá continúan combatiendo por el control de Bint Jebeil. En el otro lado de la frontera, varios cohetes "Katyusha" han impactado contra el distrito israelí de Tiberíades sin causar víctimas.

LD (Agencias) La dictadura china ha emitido una nota oficial en la que manifestó su "fuerte condena" por el ataque aéreo israelí contra una base de las Naciones Unidas en la que han muerto cuatro observadores de nacionalidades china, austriaca, finlandesa y canadiense. En los mismos términos se ha expresado el secretario general de la ONU, Kofi Annan, que ha pedido a Israel una investigación de los hechos. Testigos presenciales han narrado que se trató de un "ataque deliberado" contra el puesto de la FINUL ubicado cerca de la ciudad libanesa de Khiam, al norte de la llamada "Línea azul" que separa territorio israelí y libanés.

Annan, que se encuentra en Roma para participar en una reunión auspiciada por la Unión Europea para lograr un alto el fuego en la zona, ha declarado que "estoy conmocionado y profundamente desolado por el ataque deliberado de las Fuerzas de Defensas israelíes contra un puesto de observación de la ONU". En respuesta, el portavoz del Ministerio de Exteriores de Tel-Aviv, Mark Regev, afirmó que el "trágico evento será investigado a profundidad". Por su parte, el embajador israelí ante la ONU, Dan Gillerman, manifestó su estupor ante los señalamientos de Annan.

Desde Tel-Aviv, el primer ministro Ehud Olmert, expresó a Annan su "profundo pesar" por la muerte de los observadores internacionales. El mandatario exigió una investigación sobre lo ocurrido en el puesto que, al parecer, se encontraba junto a un posición de los terroristas de Hezbolá. El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, por su parte, lamentó el incidente, pero negó que la base de los "cascos azules" fuera atacada deliberadamente por las fuerzas aéreas.

Desde Helsinki, la presidenta Tarja Halonen señaló en un comunicado difundido por la oficina presidencial que "no hay justificación para el ataque de Israel contra un puesto de observación de la ONU" en el Líbano. Pidió al Gobierno de Israel el "esclarecimiento completo" del ataque. El ministro de Asuntos Exteriores finlandés, Erkki Tuomioja, calificó de "trágico" lo sucedido a los cuatro observadores. "No es la primera vez que (los observadores) son atacados pero sí la primera vez que hay muertos", dijo y añadió que cuanto más dure esta crisis, mayores serán las probabilidades de que se repitan este tipo de incidentes.

El portavoz de la FINUL, Milos Struger, había informado de que el puesto de observación fue alcanzado por una bomba arrojada por un avión israelí contra el edificio en el que también se encontraban soldados internacionales de la India. Según la fuente, ha habido otros catorce incidentes cerca de esa posición.

El bombardeo se produce en un momento en que el Consejo de Seguridad de la ONU evalúa el futuro de la misión, cuyo mandato termina el 31 de julio. El operativo cuenta actualmente con dos mil efectivos militares, procedentes de China, Francia, Ghana, Italia, la India y Polonia, entre otros países. Annan y otros miembros del Consejo de Seguridad de la ONU han pedido que la FINUL sea reemplazada por una fuerza multinacional, con o sin bandera del organismo multilateral, que se despliegue en el sur del Líbano.

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