LD (EFE) El atentado más sangriento ocurrido este jueves en Bagdad ha tenido lugar poco antes del mediodía en el barrio Karrada (este) y causó 25 muertos y 35 heridos. Ese atentado fue perpetrado por un terrorista suicida que hizo explotar su vehículo en la entrada del "Departamento de Crímenes", una de las dependencias del ministerio del Interior y sede de los servicios secretos durante el régimen del depuesto presidente Sadam Husein.
Mientras tanto, un británico y dos canadienses que fueron secuestrados por un grupo radical en Irak hace casi cuatro meses fueron puestos en libertad durante una operación de las tropas multinacionales en Bagdad. Los tres son miembros del grupo "Christian Peacemaker Teams" y fueron secuestrados el pasado 29 de noviembre junto a un colega estadounidense, cuyo cadáver fue encontrado el pasado día nueve en un barrio bagdadí.
Fuentes iraquíes aseguran que en esa sede habían sido retenidos y torturados decenas de chiíes antes de ser condenados a muerte por un tribunal revolucionario y posteriormente ejecutados durante el antiguo régimen.
Un primer coche-bomba había estallado, unas dos horas antes, al paso de una patrulla de policías iraquíes por una carretera del barrio Adamiya, donde murieron tres agentes y un civil, mientras que otras siete personas están heridas. El capitán de Policía Wisam Saad señaló que dos vehículos privados quedaron dañados por esa explosión, que fue seguida por una más potente en un mercado del suroeste de Bagdad, donde murieron cuatro civiles y un agente de las fuerzas de elite "Maghauir". Este último ataque tuvo lugar después del mediodía en la zona de Al Shurta al-Jamisa (en el suroeste de la capital) cuyos habitantes son en su mayoría chiíes.