L D (EFE) Correa, que ejerce la presidencia temporal de la CAN, aseguró que no tiene sentido negociar un Acuerdo de Asociación, que involucra aspectos de diálogo político, cooperación y comercio, cuando la UE "criminaliza" a los emigrantes. "Incluso, voy a explorar la posibilidad de cortar los diálogos con la Unión Europea... Países civilizados no podemos hablar con países que han ejercido esa clase de conductas", remarcó Correa, durante su habitual programa radial sabatino.
"¿Qué tenemos que hablar con una unión de países que criminaliza a los emigrantes?", se preguntó el mandatario, que insistió en calificar la norma europea como "la directiva de la vergüenza", que "demuestra incivilización de países que se creen los más civilizados del mundo". "Por mí, incluso, suspendería esas negociaciones", si ello supone hacerse "de la vista gorda con los derechos humanos, haciéndonos de la vista gorda con esa doble moral de la Unión Europea", agregó.
"Vamos a responder y fuertemente, compañeros; ya basta que nos pisoteen y nos humillen", añadió Correa y volvió a preguntarse "qué hubiera pasado si hubiéramos aplicado las mismas leyes cuando nos invadían los europeos" que emigraron a América Latina a comienzos del siglo pasado.
Según dijo Correa, el bienestar actual de Europa "depende de todo el saqueo que hicieron en nuestros territorios" en la época colonial. "Ya basta de tanta humillación, de tanta indignidad", agregó el presidente de Ecuador. No obstante, con respecto a España el gobernante recordó que la secretaria de Estado española para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, que visitó Quito el pasado jueves, confirmó que se mantendrán los acuerdos migratorios con Ecuador.
"Felizmente, Trinidad nos ha garantizado que en España prácticamente no cambia nada", dijo el gobernante, y ha explicado que "esta directiva es un marco amplio en que los países pueden ajustarse, más o menos, a ella", afirmó. "España no acogerá la directiva, sino que las cosas continuarán" como hasta ahora en el capítulo migratorio bilateral, según lo expresado por Jiménez, agregó Correa, tras remarcar que esta "es una buena noticia para nuestros emigrantes" en territorio español.
"¿Qué tenemos que hablar con una unión de países que criminaliza a los emigrantes?", se preguntó el mandatario, que insistió en calificar la norma europea como "la directiva de la vergüenza", que "demuestra incivilización de países que se creen los más civilizados del mundo". "Por mí, incluso, suspendería esas negociaciones", si ello supone hacerse "de la vista gorda con los derechos humanos, haciéndonos de la vista gorda con esa doble moral de la Unión Europea", agregó.
"Vamos a responder y fuertemente, compañeros; ya basta que nos pisoteen y nos humillen", añadió Correa y volvió a preguntarse "qué hubiera pasado si hubiéramos aplicado las mismas leyes cuando nos invadían los europeos" que emigraron a América Latina a comienzos del siglo pasado.
Según dijo Correa, el bienestar actual de Europa "depende de todo el saqueo que hicieron en nuestros territorios" en la época colonial. "Ya basta de tanta humillación, de tanta indignidad", agregó el presidente de Ecuador. No obstante, con respecto a España el gobernante recordó que la secretaria de Estado española para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, que visitó Quito el pasado jueves, confirmó que se mantendrán los acuerdos migratorios con Ecuador.
"Felizmente, Trinidad nos ha garantizado que en España prácticamente no cambia nada", dijo el gobernante, y ha explicado que "esta directiva es un marco amplio en que los países pueden ajustarse, más o menos, a ella", afirmó. "España no acogerá la directiva, sino que las cosas continuarán" como hasta ahora en el capítulo migratorio bilateral, según lo expresado por Jiménez, agregó Correa, tras remarcar que esta "es una buena noticia para nuestros emigrantes" en territorio español.