Corea del Sur enviará a Pyongyang las primeras diez mil toneladas de petróleo

LD (EFE) El portavoz del Gobierno japonés, Yasuhisa Shiozaki, ha declarado que antes de comenzar con los envíos de combustible acordada en el acuerdo de Pekín, la dictadura norcoreana debe demostrar a la comunidad internacional que va a desmantelar sus centrales nucleares.

Shiozaki afirmó que los primeros pasos del proceso norcoreano de desnuclearización y la entrega de los primeros envíos de crudo a Corea de Norte deben producirse "de forma simultánea" y "no uno antes que el otro". Japón ha repetido en numerosas ocasiones que no efectuará ningún envío de energía a depósitos norcoreanos hasta que este país no de cuenta de los japoneses que secuestró hace décadas.

La advertencia del gabinete japonés tuvo lugar poco después de que Corea del Sur informase de que el primer barco con petróleo crudo para Corea del Norte se fletaría la próxima semana, ya que, según Seúl, Pyongyang ha vuelto a lo pactado y ha permitido que los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) puedan volver al país.

El Ministerio de Unificación surcoreano informó que la semana próxima enviará a Corea del Norte la primera parte de las cincuenta mil toneladas de petróleo comprometidas. La primera tanda prevé mandar entre cinco y diez mil toneladas.

Las dos Coreas, EEUU, China, Rusia y Japón alcanzaron un acuerdo el pasado 13 de febrero para que las autoridades norcoreanas abandonasen la carrera nuclear a cambio de ciertas ayudas energéticas y del levantamiento de las sanciones internacionales que pesaban sobre su país a raíz del ensayo nuclear que llevaron a cabo el pasado verano.

Corea del Sur es el primero de los países involucrados en las negociaciones que enviará crudo a Pyongyang, y luego le seguirán el resto de naciones hasta completar un millón de toneladas de petróleo sin refinar. El acuerdo había quedado paralizado durante meses porque los norcoreanos se negaron a avanzar en el proceso de desnuclearización hasta que fueran desbloqueados veinticinco millones de dólares que habían sido bloqueados en un banco de Macao.