LD (Agencias) Del 27 al 29 de agosto, Pekín acogerá la primera serie de conversaciones multilaterales para resolver la crisis nuclear en la península coreana. El Gobierno chino espera la confirmación oficial de representantes de Corea del Norte, EEUU, Rusia, Japón y Corea del Sur. Las conversaciones estaban previstas para principios de septiembre, pero la amenaza de Pyongyang de declararse oficialmente potencia nuclear el próximo 9 de septiembre, coincidiendo con el cincuenta aniversario de la fundación de la República Democrática Popular de Corea, ha precipitado los acontecimientos.
Las autoridades norcoreanas informaron a Corea del Sur de su intención de participar en conversaciones multilaterales el pasado primero de agosto, anuncio en el que no planteaban ninguna condición previa. Sin embargo, Pyongyang mantiene la esperanza de mantener un diálogo bilateral con EEUU, potencia que acusa a el régimen norcoreano de ser un peligro para la estabilidad y paz mundiales.
Según los observadores, el detonante del diálogo multilateral ha sido el fracaso de la conversaciones trilaterales mantenidas por EEUU, Corea del Norte y China el pasado mes de abril en Pekín. China, país que suministra más del setenta por ciento de las necesidades energéticas de Corea del Norte, ha presionado en las últimas semanas a Pyongyang para que congele su programa nuclear y deje de comerciar con armas de destrucción masiva.
Las autoridades norcoreanas informaron a Corea del Sur de su intención de participar en conversaciones multilaterales el pasado primero de agosto, anuncio en el que no planteaban ninguna condición previa. Sin embargo, Pyongyang mantiene la esperanza de mantener un diálogo bilateral con EEUU, potencia que acusa a el régimen norcoreano de ser un peligro para la estabilidad y paz mundiales.
Según los observadores, el detonante del diálogo multilateral ha sido el fracaso de la conversaciones trilaterales mantenidas por EEUU, Corea del Norte y China el pasado mes de abril en Pekín. China, país que suministra más del setenta por ciento de las necesidades energéticas de Corea del Norte, ha presionado en las últimas semanas a Pyongyang para que congele su programa nuclear y deje de comerciar con armas de destrucción masiva.