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Corea del Norte expulsará a las organizaciones humanitarias que distribuyen alimentos entre la población

La dictadura comunista de Corea del Norte ha pedido a doce organizaciones no gubernamentales que distribuyen alimentos entre su población, que antes de fin de año abandonen el país estalinista bajo la acusación de que su labor favorece a la propaganda estadounidense. Pyongyang ha presentado ya a la ONU un plan para suspender la ayuda alimentaria. Los grupos humanitarios han advertido de que, inicialmente, la medida podría provocar la muerte de 125.000 personas.

LD (EFE) La agencia de noticias surcoreana Yonhap ha informado de que Corea del Norte ha comenzado a exigir a los grupos humanitarios que distribuyen alimentos entre su población que abandonen el país antes de fin de año, bajo la acusación de que su labor favorece a la propaganda estadounidense.
 
Los jefes de las misiones humanitarias internacionales han lanzado la voz de alarma ante el desastre que puede acontecer en el país comunista si se cumple la demanda de su cúpula. Consideran que inicialmente podrían morir más de 125.000 personas.
 
La emisora Radio Free Asia indicó este domingo, por su parte, que la demanda oficial de las autoridades norcoreanas es que los responsables de doce organizaciones no gubernamentales dejen Corea del Norte antes de fin de año. La dictadura de Pyongyang ya ha presentado ante Naciones Unidas un plan para detener la ayuda alimentaria internacional que llega a la población norcoreana.
 
La intención de Corea del Norte es que esa ayuda alimentaria se convierta en asistencia al desarrollo, en un cambio de rumbo cuya intención final se muestra aún confusa para los expertos de Naciones Unidas. Una clave de ese comportamiento pareció darla el viceministro de Asuntos Exteriores norcoreano, Choe Su-hon, quien esta semana al participar en la Asamblea General en Nueva York afirmó que su Gobierno no requiere más asistencia humanitaria, en parte porque EEUU pretende usar la ayuda alimentaria para propósitos políticos.
 
La buena cosecha de este año en los campos norcoreanos fue el segundo argumento utilizado por el viceministro Choe (además de la intención de EEUU de ligar los alimentos a las violaciones de los derechos humanos) para señalarle al secretario general de la ONU, Kofi Annan, que debían terminar los programas de ayuda alimentaria. Los últimos informes de la ONU apuntan a que la desnutrición de los niños norcoreanos ha descendido de un 62 por ciento a un 37 por ciento, desde que 6,5 millones de los 23 millones de habitantes de Corea del Norte fueran incluidos en el Programa Mundial de Alimentos hace diez años.

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