LD (EFE) El Ministerio de Unificación de Corea del Sur ha informado de que la dictadura norcoreana ha suspendido las reuniones de familias separadas por la guerra de Corea. Los contactos incluyen el que se realizaría el próximo quince de agosto a través de una videoconferencia. Así mismo, Pyongyang ha paralizado el plan de construcción de un centro dedicado a estos encuentros en el monte Geumgang.
Pyongyang justifica esta medida, de carga emocional, por la reacción de Corea del Sur al lanzamiento norcoreano, a comienzos de este mes, de siete misiles sobre el Mar de Japón. En un comunicado de prensa, la dictadura comunista dice que "no podemos seguir con las reuniones intercoreanas de familias y parientes separados ni con las conversaciones sobre asuntos humanitarios". Como señal de condena, Seúl suspendió automáticamente un envío de ayuda compuesto por miles de toneladas de fertilizantes y arroz.
Las reuniones son el resultado de la histórica cumbre intercoreana de Pyongyang de 2000 entre el entonces presidente surcoreano, Kim Dae-jung, y el líder norcoreano, Kim Jong-il, que abrió el procesos de reconciliación entre ambas Coreas tras medio siglo de enfrentamientos. Desde entonces unas trece mil familias del Sur se han reunido con sus allegados del Norte en doce ocasiones y cuatro veces a través de videoconferencias.