LD (EFE) El titular alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, advirtió a su vez a Teherán que de su decisión respecto al programa atómico dependía su regreso a la vía de la cooperación o, en caso contrario, al "aislamiento internacional". Steinmeier y Rice insistieron en la "cohesión" de la comunidad internacional respecto a Irán, evidenciada en la reunión convocada en Berlín por invitación del gobierno alemán de los miembros con derecho a veto, más Alemania, en su función de integrante de la troika de la UE para las negociaciones con Irán.
El ministro de Rusia, Sergei Lavrov, y el viceministro de China, Dai Binguo, matizaron las declaraciones de sus colegas al hacer especial hincapié en que el papel principal debe desempeñarlo la Agencia Internacional de la Energía Aómica (AIEA). Lavrov señaló que el trabajo de la AIEA ha salido reforzado y añadió que la vía para solucionar este contencioso pasa por este organismo. En una línea similar Dai insistió en que la reunión de este jueves servía para fortalecer el papel del AIEA en la búsqueda de una solución y subrayó que "sólo se puede alcanzar una solución por la vía pacífica".
Después de tres semanas de negociaciones, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una declaración presidencial, no vinculante, en la que exige a Irán que suspenda sus actividades nucleares, lo que constituye un primer aviso sobre otras posibles acciones que pueda ejercer las Naciones Unidas. Las autoridades iraníes deberán suspender su programa de enriquecimiento de uranio y permitir la libre inspección de técnicos de la Agencia Internacional de la Energía Atómica. En un plazo de treinta días la AIEA deberá presentar un informe al respecto.
El documento adoptado, elaborado por el Reino Unido y Francia –con el apoyo de EEUU y el Reino Unido–, es más moderado de lo que se pretendía inicialmente y fue modificado en varias ocasiones para contar con el apoyo de Rusia y China, que se oponían a una acción más contundente contra Irán.
En el texto, se insta a Irán cumplir con las exigencias de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, entre ellas suspender su programa de enriquecimiento de uranio y permitir la verificación de sus actividades nucleares. También se reafirma el apoyo al trabajo de la AIEA y se pide a su director, Mohamed El Baradei, que en un plazo de treinta días presente un informe sobre el cumplimiento por Teherán de esas exigencias a la junta de gobernadores del organismo que dirige y paralelamente al Consejo de Seguridad de la ONU.
El Consejo expresa en la declaración su convicción de que "la suspensión y verificación del cumplimiento iraní con los requerimientos de la AIEA contribuirán a buscar una solución diplomática y negociada que garantice que el programa nuclear de Irán es para fines exclusivamente pacíficos". Además, subraya que la voluntad de la comunidad internacional es "trabajar positivamente en esta solución que beneficiará el régimen de no proliferación nuclear en otras partes del mundo".