L D (EFE) La juez Giovanna Verga absolvió a otro imputado, un ciudadano tunecino, según informaron fuentes judiciales.
Ambos ciudadanos fueron detenidos el pasado mes de junio, junto con otros cuatro tunecinos, acusados de haber prestado apoyo financiero y logístico a una célula del GSPC que fue desmantelada en 2001.
La red desmantelada entonces en la región de Milán, dirigida por el tunecino Sami Ben Khemais, actualmente en la cárcel, había creado una serie de cooperativas que servían como tapadera para las actividades clandestinas de los extremistas, a los que se relaciona con la red terrorista Al-Qaeda. El abogado Massimo Natali insistió este jueves en la inocencia de Mahfudi y señaló que, si realmente su defendido es culpable de los delitos de los que se le acusan (asociación con banda de delincuentes y ayuda a la inmigración clandestina, con falsificación de documentos), la pena impuesta "debía ser mucho mayor".
El letrado añadió que el iman tenía decidido recurrir la condena. Los otros cuatro tunecinos arrestados en junio se encuentran todavía a la espera de juicio. Mahfudi, que ha residido durante los últimos doce años en Italia, ha negado siempre cualquier relación con los integristas islámicos y señalado que desde su puesto en la mezquita milanesa se dedicaba a ayudar "a los jóvenes inmigrantes a encontrar trabajo y legalizar su situación". Italia es uno de los países europeos en donde se considera que Al-Qaeda cuenta con un mayor apoyo logístico, en especial debido a la existencia de una nutrida comunidad de inmigrantes musulmanes.
Las autoridades italianas creen que se trata de grupos que realizan actividades de proselitismo y reclutamiento a través de las mezquitas, internet y en las cárceles.
Ambos ciudadanos fueron detenidos el pasado mes de junio, junto con otros cuatro tunecinos, acusados de haber prestado apoyo financiero y logístico a una célula del GSPC que fue desmantelada en 2001.
La red desmantelada entonces en la región de Milán, dirigida por el tunecino Sami Ben Khemais, actualmente en la cárcel, había creado una serie de cooperativas que servían como tapadera para las actividades clandestinas de los extremistas, a los que se relaciona con la red terrorista Al-Qaeda. El abogado Massimo Natali insistió este jueves en la inocencia de Mahfudi y señaló que, si realmente su defendido es culpable de los delitos de los que se le acusan (asociación con banda de delincuentes y ayuda a la inmigración clandestina, con falsificación de documentos), la pena impuesta "debía ser mucho mayor".
El letrado añadió que el iman tenía decidido recurrir la condena. Los otros cuatro tunecinos arrestados en junio se encuentran todavía a la espera de juicio. Mahfudi, que ha residido durante los últimos doce años en Italia, ha negado siempre cualquier relación con los integristas islámicos y señalado que desde su puesto en la mezquita milanesa se dedicaba a ayudar "a los jóvenes inmigrantes a encontrar trabajo y legalizar su situación". Italia es uno de los países europeos en donde se considera que Al-Qaeda cuenta con un mayor apoyo logístico, en especial debido a la existencia de una nutrida comunidad de inmigrantes musulmanes.
Las autoridades italianas creen que se trata de grupos que realizan actividades de proselitismo y reclutamiento a través de las mezquitas, internet y en las cárceles.