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Condenado a morir en la horca el gurú de la secta que lanzó gas sarín en el metro de Tokio

El fundador de la secta Verdad Suprema, Shoko Asahara, ha sido condenado a morir en la horca por ordenar a sus seguidores que cometieran trece crímenes, incluido el perpetrado con gas sarín en el metro de Tokio en 1995, en los que murieron 27 personas.

L D (EFE) El juez del Tribunal del Distrito de Tokio, Shoji Ogawa concluyó un juicio de casi nueve años contra el gurú de la secta de enseñanzas catastrofistas que planeó un golpe de Estado para demostrar su superioridad y sus profecías.

El veredicto respondió a la solicitud de la fiscalía y tardó en ser pronunciado cinco horas, pues en contra de la costumbre el juez prefirió leer antes las razones de la sentencia. El proceso contra Asahara ha tenido 256 vistas orales y en ellas han prestado declaración y testimonio medio millar de afectados.

El acusado no se inmutó al escuchar cómo el juez le condenaba a morir en la horca, mientras era atentamente mirado por los afectados y familiares de las víctimas que estaban en la sala.

En su sentencia figura que Asahara, cuyo verdadero nombre es Chizuo Matsumoto, ordenó los trece actos criminales que le llevaron al banquillo. Según el juez, Asahara creyó ser un dios y en nombre de una aparente salvación pretendió dar un golpe de Estado para demostrar que era un ser superior y que sus enseñanzas catastrofistas eran ciertas.
 
La defensa apela la sentencia

La defensa apeló inmediatamente la sentencia al esgrimir que los crímenes fueron perpetrados por seguidores del gurú que estaban fuera de su control. Asahara, que aseguraba a sus discípulos que era la reencarnación de Shiva, el dios hinduista de la destrucción, es el último en ser juzgado de los 189 miembros de la organización pseudorreligiosa, que fundó en 1987 después de ejercer la acupuntura.

Hasta la fecha han sido condenados a muerte otros 11 dirigentes y seguidores del gurú relacionados con el atentado del metro, así como otros asesinatos y crímenes inducidos por él. El proceso judicial contra Asahara, maestro de meditación que decía poder levitar, comenzó el 24 de abril de 1996, al año de ser capturado en un escondrijo del cuartel general del culto en Kamikuishiki, cerca del monte Fuji. Durante la mayor parte de las vistas orales del juicio Asahara ha permanecido en silencio, roto sólo en escasas ocasiones para proferir declaraciones ininteligibles en inglés.

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