L D (EFE) Ese atentado fue posible por una "falta inexcusable del empleador" que subestimó los riesgos, según la Corte.
Las familias de seis de las once víctimas mortales demandaron a la DCN por haber subestimado los riesgos asumidos por sus asalariados en Pakistán, donde construían un submarino.
Disconforme con el dictamen, el abogado de la DCN, Bruno Labey-Guimard, anunció su intención de presentar un recurso contra la decisión del tribunal, pues estima que la seguridad de los trabajadores estaba "plenamente garantizada" por el Ejército paquistaní. En la audiencia del 11 de diciembre pasado, la defensa de las familias insistió en los riesgos que corrían los empleados de la DCN en Pakistán después de la "serie de atentados y de tentativas de atentados perpetrados contra Francia y Estados Unidos" con motivo de la guerra en Afganistán.
Pese a ese riesgo, los empleados de la DCN que trabajan en Pakistán tomaban todos los días el mismo autobús militar que les llevaba a la misma hora y por la misma ruta a su lugar de trabajo. Once ingenieros franceses que participaban en la construcción del submarino "Agosta 90 B Saad", construido en Pakistán con cooperación francesa, fueron asesinados en la puerta de su hotel en Karachi el 8 de mayo de 2002, en un atentado suicida con un coche bomba contra el autobús que ocupaban. Tres integristas islámicos fueron condenados a muerte en junio pasado por su participación en aquel atentado.
Las familias de seis de las once víctimas mortales demandaron a la DCN por haber subestimado los riesgos asumidos por sus asalariados en Pakistán, donde construían un submarino.
Disconforme con el dictamen, el abogado de la DCN, Bruno Labey-Guimard, anunció su intención de presentar un recurso contra la decisión del tribunal, pues estima que la seguridad de los trabajadores estaba "plenamente garantizada" por el Ejército paquistaní. En la audiencia del 11 de diciembre pasado, la defensa de las familias insistió en los riesgos que corrían los empleados de la DCN en Pakistán después de la "serie de atentados y de tentativas de atentados perpetrados contra Francia y Estados Unidos" con motivo de la guerra en Afganistán.
Pese a ese riesgo, los empleados de la DCN que trabajan en Pakistán tomaban todos los días el mismo autobús militar que les llevaba a la misma hora y por la misma ruta a su lugar de trabajo. Once ingenieros franceses que participaban en la construcción del submarino "Agosta 90 B Saad", construido en Pakistán con cooperación francesa, fueron asesinados en la puerta de su hotel en Karachi el 8 de mayo de 2002, en un atentado suicida con un coche bomba contra el autobús que ocupaban. Tres integristas islámicos fueron condenados a muerte en junio pasado por su participación en aquel atentado.