L D (Agencias) El Congreso aprobó este martes por la tarde una iniciativa del PP de condena a la represión en Cuba, pero no logró una postura común al respecto, ya que este grupo rechazó un texto de toda la oposición, que, además de condenar el régimen cubano, criticaba el embargo de EEUU y la pena de muerte en cualquier Estado. La iniciativa del PP contó con el apoyo, además del grupo proponente, de PSOE, CiU y CC, mientras que IU, PNV y el grupo mixto se abstuvieron, entre reproches de electoralismo al Partido Popular.
El texto aprobado condena "enérgicamente la reciente ejecución de tres ciudadanos cubanos y expresa su preocupación –del Congreso– por la muy grave intensificación de la política de represión en Cuba de la que son aciagos testimonios las detenciones de disidentes políticos y periodistas independientes". Además, se insta al Gobierno a seguir trabajando en el ámbito internacional para que la dictadura castrista asuma de manera urgente e inequívoca el pleno respeto a los derechos humanos y a las libertades civiles, proceda a la liberación inmediata de todos los presos políticos y de conciencia y facilite definitivamente el tránsito pacífico a un sistema democrático.
El portavoz adjunto del grupo popular Ignacio Gil Lázaro defendió esta redacción y criticó la "ambigüedad" de la propuesta de la oposición que, a su juici,o pretendía "mezclar lo que no puede ser mezclado", ya que "Guantánamo o el embargo no son la cuestión de este debate", dijo. "Ha llegado el momento de la verdad para ayudar a Cuba a salir de la tortura colectiva que padece", afirmó Gil Lázaro, quien criticó la "imagen romántica" que ciertos sectores ideológicos han concedido a la dictadura de Fidel Castro y acusó al PSOE de ser ambiguo para salvar su "coalición" con Izquierda Unida.
La postura del PP mereció el reproche de todos los grupos de la oposición. Así, Luis Yáñez, del PSOE, consideró que el Partido Popular no se preocupaba de los ciudadanos cubanos buscando el consenso, sino que "utiliza la represión en Cuba como arma arrojadiza contra el PSOE". Yáñez se refirió a los insultos a Jesús Caldera en la manifestación contra el régimen cubano del pasado sábado en Madrid y dijo que éstos no tienen importancia porque lo importante es lo que pasa en Cuba, "igual que en el caso de la guerra de Irak, lo importante eran las víctimas y no lo que pasara en las sedes del PP".
El diputado de IU José Luis Centella acusó al PP de buscar "el rédito electoral" y, tras pedir al grupo de la mayoría que no dé lecciones de democracia ya que "se les ve claramente el plumero", consideró que el PP sólo pretende "lavar sus manos tras la guerra de Irak". Reafirmó que la condena de la represión en Cuba por parte de Izquierda Unida es "rotunda y sin matices", pero subrayó que su coalición también condena el embargo económico a la isla y la pena de muerte, se aplique donde se aplique, en clara referencia a Estados Unidos.
También Ignasi Guardans, de CiU, dijo que la postura del PP sólo se entiende por "puro electoralismo" y como un intento de "hacer un gesto de cara al 25 de mayo". Lamentó que el PP no quisiera votar un texto "que ningún demócrata puede dejar de votar" por el temor a "aparecer en la foto con la oposición en período electoral". Iñaki Anasagasti, del PNV, explicó la abstención de su grupo a la propuesta del PP por su falta de "coraje político" para condenar el embargo y la pena de muerte, criterio que compartió la diputada de EA Begoña Lasagabaster, quien condenó sin paliativos la represión en Cuba, pero subrayó que al texto de la mayoría "le faltaban cosas".
Guillerme Vázquez, del BNG, pidió al PP "un poquito de coherencia" tras su actitud respecto a la guerra en Irak y porque aseguró que "muchos de los que hoy levantan la voz en el PP en defensa de la libertad en Cuba, vivían cómodamente instalados en la dictadura de Franco". Vázquez no fue el único que se refirió a lo que José Luis Centella denominó "las dificultades del PP para condenar la dictadura franquista" y que Yáñez resumió diciendo que "algunos estábamos ya en contra de la pena de muerte en 1975 cuando otros estaban en la Plaza de Oriente".
El texto aprobado condena "enérgicamente la reciente ejecución de tres ciudadanos cubanos y expresa su preocupación –del Congreso– por la muy grave intensificación de la política de represión en Cuba de la que son aciagos testimonios las detenciones de disidentes políticos y periodistas independientes". Además, se insta al Gobierno a seguir trabajando en el ámbito internacional para que la dictadura castrista asuma de manera urgente e inequívoca el pleno respeto a los derechos humanos y a las libertades civiles, proceda a la liberación inmediata de todos los presos políticos y de conciencia y facilite definitivamente el tránsito pacífico a un sistema democrático.
El portavoz adjunto del grupo popular Ignacio Gil Lázaro defendió esta redacción y criticó la "ambigüedad" de la propuesta de la oposición que, a su juici,o pretendía "mezclar lo que no puede ser mezclado", ya que "Guantánamo o el embargo no son la cuestión de este debate", dijo. "Ha llegado el momento de la verdad para ayudar a Cuba a salir de la tortura colectiva que padece", afirmó Gil Lázaro, quien criticó la "imagen romántica" que ciertos sectores ideológicos han concedido a la dictadura de Fidel Castro y acusó al PSOE de ser ambiguo para salvar su "coalición" con Izquierda Unida.
La postura del PP mereció el reproche de todos los grupos de la oposición. Así, Luis Yáñez, del PSOE, consideró que el Partido Popular no se preocupaba de los ciudadanos cubanos buscando el consenso, sino que "utiliza la represión en Cuba como arma arrojadiza contra el PSOE". Yáñez se refirió a los insultos a Jesús Caldera en la manifestación contra el régimen cubano del pasado sábado en Madrid y dijo que éstos no tienen importancia porque lo importante es lo que pasa en Cuba, "igual que en el caso de la guerra de Irak, lo importante eran las víctimas y no lo que pasara en las sedes del PP".
El diputado de IU José Luis Centella acusó al PP de buscar "el rédito electoral" y, tras pedir al grupo de la mayoría que no dé lecciones de democracia ya que "se les ve claramente el plumero", consideró que el PP sólo pretende "lavar sus manos tras la guerra de Irak". Reafirmó que la condena de la represión en Cuba por parte de Izquierda Unida es "rotunda y sin matices", pero subrayó que su coalición también condena el embargo económico a la isla y la pena de muerte, se aplique donde se aplique, en clara referencia a Estados Unidos.
También Ignasi Guardans, de CiU, dijo que la postura del PP sólo se entiende por "puro electoralismo" y como un intento de "hacer un gesto de cara al 25 de mayo". Lamentó que el PP no quisiera votar un texto "que ningún demócrata puede dejar de votar" por el temor a "aparecer en la foto con la oposición en período electoral". Iñaki Anasagasti, del PNV, explicó la abstención de su grupo a la propuesta del PP por su falta de "coraje político" para condenar el embargo y la pena de muerte, criterio que compartió la diputada de EA Begoña Lasagabaster, quien condenó sin paliativos la represión en Cuba, pero subrayó que al texto de la mayoría "le faltaban cosas".
Guillerme Vázquez, del BNG, pidió al PP "un poquito de coherencia" tras su actitud respecto a la guerra en Irak y porque aseguró que "muchos de los que hoy levantan la voz en el PP en defensa de la libertad en Cuba, vivían cómodamente instalados en la dictadura de Franco". Vázquez no fue el único que se refirió a lo que José Luis Centella denominó "las dificultades del PP para condenar la dictadura franquista" y que Yáñez resumió diciendo que "algunos estábamos ya en contra de la pena de muerte en 1975 cuando otros estaban en la Plaza de Oriente".