LD (EFE) Este martes ha comenzado en Lyon, al sureste de Francia, el juicio contra el "número dos" del partido ultraderechista francés Frente Nacional (FN), Bruno Gollnichs, por cuestionar el uso de cámaras de gas por los nazis. Está acusado de un delito de "contestación de crímenes contra la Humanidad" por el que puede ser condenado a un máximo de un año de prisión, pero no a la inhabilitación para ocupar un cargo público.
Sus polémicas declaraciones se remontan al 11 de octubre de 2004 cuando en una rueda de prensa dijo: "No pongo en duda la existencia de los campos de concentración, pero sobre el número de muertos los historiadores podrían discutir. En cuanto a la existencia de cámaras de gas, los historiadores deben aclararse".
De esa manera Gollnisch seguía los pasos de su mentor, Jean-Marie Le Pen, diecisiete años después de que éste fuese condenado por haber calificado las cámaras de gas de "pequeño detalle en la historia de la Segunda Guerra Mundial". Tras la polémica generada por sus declaraciones, Gollnisch fue suspendido temporalmente de sus funciones en la universidad de Lyon-III, donde es catedrático de civilización japonesa.
La sala sexta del Tribunal Correccional de Lyon tiene previsto examinar las ambiguas declaraciones hasta el próximo miércoles. Gollnisch, que perdió su inmunidad como parlamentario europeo el trece de diciembre de 2005, asegura ser víctima de un "ensañamiento judicial".