LD (Agencias) Los soldados de dos compañías de las Fuerzas Armadas de Israel se han trasladado desde Gaza hasta el norte de Cisjordania, para evacuar a más de dos mil extremistas israelíes atrincherados en los asentamientos judíos de Sanur y Homesh, al norte de Cisjordania. Fuentes del dispositivo de seguridad informaban de que algunos de esos ultranacionalistas están armados con fusiles, otras armas ligeras y granadas de estruendo para resistir su desalojo, que comenzará este martes según lo previsto por el Ejército.
Los portavoces del Consejo que agrupa a los asentamientos judíos de Gaza y Cisjordania, YESHA, acusaban a los mandos militares de "preparar a la opinión pública para la represión" de esos jóvenes radicales, en su mayoría hijos de los colonos veteranos. Fuerzas militares y de la Policía de fronteras arrestaron al menos a cien de ellos, los llamados "jóvenes de las colinas", que levantaron decenas de pequeños ilegales en distintos puntos de Cisjordania, sin la autorización oficial.
Algunos activistas, encapuchados como los terroristas palestinos, efectuaron varios actos de sabotaje contra el Ejército antes de comenzar el desalojo de Homesh y Sanur, entre estos el incendio de un centro de comunicaciones del Ejército y el lanzamiento de una bomba incendiaria contra un jeep militar Homesh y Sanur forman parte de los cuatro asentamientos en Cisjordania -junto con los ya evacuados de Ganim y Kadim en los que residían unas quince familias de inmigrante judíos procedentes de Latinoamérica- cuyo desalojo fue ordenado por el Gobierno de Ariel Sharon.
En la franja de Gaza, las fuerzas militares y policiales israelíes a cargo de la "Operación Confraternidad" están desalojando el último de los 21 asentamientos israelíes de la franja de Gaza, el de Netzarim, establecido en 1984. A primeras horas de la mañana, un largo convoy de vehículos militares, concentrados en la base de Reim, se dirigía hacia la colonia aislada en el centro de este territorio palestino conquistado y ocupado por Israel desde la guerra de 1967.
"En Netzarim vencerá Israel", reza la pancarta con la que se encontrarán las fuerzas de seguridad, a diferencia de otros asentamientos donde los extremistas levantaron barreras de fuego en protesta por el desalojo. Muchos miembros de las 62 familias del asentamiento oraban y decían las oraciones de la mañana, "shajarit", delante de las puertas de sus casas y fuente de Netzarim aseguraban que el desalojo pasará sin actos de violencia por parte de los evacuados.