LD (Agencias) El Gobierno colombiano no suspenderá las operaciones militares encaminadas al rescate de secuestrados en manos de las FARC, señaló el vicepresidente Francisco Santos. "Se acabaron los santuarios que tenían las FARC en donde mantenían cautivos por más de seis años. Les vamos a llegar a dónde sea, hasta el lugar más recóndito y la selva más profunda", indicó. El funcionario también advirtió de que "el Gobierno tiene la obligación constitucional y legal de devolver a la libertad a todo colombiano que la tenga restringida de manera ilegal, como es el caso de los secuestros. El Gobierno, cuando tenga la oportunidad de rescatar a un secuestrado, lo va a hacer".
Santos hizo la advertencia durante los funerales de cinco de ocho militares que estaban secuestrados y que murieron el lunes a manos de las FARC, que también asesinaron al gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria, y al ex ministro de Defensa, Gilberto Echeverri. Los terroristas asesinaron a los diez secuestrados en un paraje selvático y remoto entre Murindó y Urrao, en el noroeste del país, al notar la proximidad de tropas que iban al rescate. Santos insistió en que se trata de un mensaje cl sus familias. Aseguró que la acción de rescate en esa zona "no falló como lo aseguran algunos críticos" y que por el contrario" fue un éxito" pero que tropezó "frente a gente desalmada, asesina y sin contemplaciones".
El Gobierno -agregó- "hizo lo que tenía que hacer para sacar vivos" a los rehenes "y evitar que se pudrieran en la selva, porque eso era exactamente lo que les estaba pasando". Sin embargo, los familiares de secuestrados han solicitado al Gobierno del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, no emprender operaciones militares para intentar rescates.
Santos hizo la advertencia durante los funerales de cinco de ocho militares que estaban secuestrados y que murieron el lunes a manos de las FARC, que también asesinaron al gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria, y al ex ministro de Defensa, Gilberto Echeverri. Los terroristas asesinaron a los diez secuestrados en un paraje selvático y remoto entre Murindó y Urrao, en el noroeste del país, al notar la proximidad de tropas que iban al rescate. Santos insistió en que se trata de un mensaje cl sus familias. Aseguró que la acción de rescate en esa zona "no falló como lo aseguran algunos críticos" y que por el contrario" fue un éxito" pero que tropezó "frente a gente desalmada, asesina y sin contemplaciones".
El Gobierno -agregó- "hizo lo que tenía que hacer para sacar vivos" a los rehenes "y evitar que se pudrieran en la selva, porque eso era exactamente lo que les estaba pasando". Sin embargo, los familiares de secuestrados han solicitado al Gobierno del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, no emprender operaciones militares para intentar rescates.