"El Gobierno y el pueblo de Colombia consideran una afrenta a la democracia y a los Derechos Humanos el reconocimiento hecho por la Coordinadora Continental Bolivariana a la organización narcoterrorista de las FARC, así como la exaltación de sus comandantes alias Alfonso Cano y Manuel Marulanda, a los que dio la categoría de miembros de la "presidencia colectiva", denunció el Ministerio de Exteriores colombiano en un comunicado a los medios locales.
Según la cancillería colombiana, la CCB ha demostrado que "avala hechos como los secuestros, asesinatos, carros bomba y actos atroces contra la población civil". Por ello, solicitó al gobierno presidido por Hugo Chávez, defensor de "la revolución bolivariana", que "aclare" a la comunidad internacional "si reconoce, aprueba o tolera la existencia de movimientos o partidos que apoyan el terrorismo y hacen apología del crimen organizado".
En el videocomunicado emitido durante el congreso de la CCB, el máximo jefe de las FARC, Alfonso Cano, solicitaba la "inaplazable" creación de un "movimiento político continental de esencia bolivariana" ante la "amenazante" expansión del Ejército de Estados Unidos en Colombia.
Con este mensaje hacía alusión al acuerdo que permitirá a los militares estadounidenses utilizar siete bases en territorio colombiano, un pacto alcanzado con el objetivo de aumentar la eficacia en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo en la región, según Washington y Bogotá. Chávez, por el contrario, defiende que este acuerdo trata de justificar el expansionismo de Estados Unidos en el continente, razón por la que anunció la congelación de relaciones diplomáticas y comerciales con Colombia el pasado mes de julio.