Todo esto demuestra lo que todo el mundo sabe, que la progresía está inmersa en la delicuencia como medio de vida, mientras el mundo liberal acomplejado sólo sabe pedir perdón para que no le llamen facha.
Aquí en España sucede lo mismo a sensu contrario: zETAp financia la propaganda terrorista etarra y a las familias de los terroristas, ¿y qué pasa?, ¡pues nada!. Estamos todos muy contentos, ellos porque reciben la pasta y nosotros porque nos pueden encañonar con las pistolas en la nuca.