Mientras, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, ha pedido en Tokio una contundente respuesta internacional al reciente "acto de agresión" de Corea del Norte contra Corea del Sur, que podría implicar más aislamiento para el régimen comunista.
Washington y Tokio se mostraron como un frente unido ante Pyongyang al inicio de una gira por Asia de Clinton, que coincide con un aumento de la tensión en la península coreana y una creciente contestación en la isla nipona de Okinawa contra las tropas de EEUU.
Una investigación internacional concluyó en Seúl que el hundimiento de una corbeta surcoreana a finales de marzo, que causó 46 muertos, fue obra de un torpedo norcoreano.
Clinton, que viaja mismo a China y la semana próxima a Corea del Sur, dijo en rueda de prensa que el régimen norcoreano debe saber que esa "agresión" a Seúl, que consideró probada, no puede quedar impune y exige una respuesta que no sea meramente regional.
Sin embargo, no quiso adelantar cuál debería ser esa "fuerte respuesta internacional" antes de consultar con Pekín, que lo ve como un problema entre las dos Coreas, y Seúl, que parece inclinarse por llevar el conflicto al Consejo de Seguridad de la ONU.
"Las pruebas son abrumadoras. El torpedo que hundió el Cheonan y se llevó la vida de 46 marinos fue disparado por un submarino norcoreano y EEUU condena con firmeza ese acto de agresión", apuntó Clinton en una corta comparecencia junto a su colega nipón, Katsuya Okada, antes de reunirse con el primer ministro, Yukio Hatoyama.
Corea del Norte sigue amenazando
Corea del Norte ha advertido de que la península de Corea se encamina hacia una nueva guerra y amenazó con abandonar el pacto de no agresión vigente entre las dos coreas desde 1991, así como todas las relaciones y acuerdos de cooperación entre los dos países, si Corea del Sur trata de impulsar nuevas sanciones contra Pyongyang por el hundimiento del buque 'Cheonan'.
El buque de la Armada surcoreana naufragó el pasado mes de marzo en aguas próximas a la frontera entre ambas naciones, después de registrar una fuerte explosión y partirse en dos; un incidente en el murieron 46 marineros.
El Gobierno surcoreano aseguró este jueves, que dispone de pruebas inequívocas que señalan que la causa del hundimiento de la corbeta 'Cheonan', de 1.200 toneladas, fue el impacto de un torpedo lanzado desde un submarino norcoreano. En un comunicado emitido por el Comité norcoreano para la Reunificación Pacífica, Pyongyang tachó de "ridícula farsa" esta acusación y dijo que Seúl está creando una situación en la que la guerra "podría estallar en cualquier momento".
"Desde este momento, nos tememos que la situación entre en una fase de guerra en la que responderemos con absoluta determinación" ante cualquier medida de respuesta emprendida desde Corea del Sur, indica el comunicado, recogido por la agencia estatal surcoreana Yonhap. Entre las medidas a las que estaría dispuesto acogerse el Gobierno de Corea del Norte estarían "la congelación total de las relaciones intercoreanas, la completa abolición del pacto de no agresión y el cese total de la cooperación" entre ambos países, añade el documento.