LD (EFE) La Policía de Karachi ha confirmado la muerte de al menos cinco personas, entre ellas un estadounidense, y heridas en otras cuarenta después de que estallara dos coches-bomba aparcados cerca del consulado de EEUU en la ciudad.
Los automóviles explotaron casi de forma simultánea, a primera hora de la mañana de este jueves, en el estacionamiento situado en la zona posterior del Hotel Marriot, a apenas veinte metros de la sede diplomática estadounidense. De los heridos, 18 han sido ingresadas en el Hospital Jinnah y las otras 23 en el centro médico de la Armada.
La primera bomba explotó a las cinco minutos después de la nueve de la mañana, hora local, y la segunda apenas tres minutos después, de acuerdo con las fuentes policiales. Según testigos presenciales, las dos explosiones provocaron varios incendios y destrozaron una quincena de vehículos. La zona ha sido acordonada por las fuerzas de seguridad y sólo se permite el paso de ambulancias y vehículos policiales.
Karachi, la capital comercial de Pakistán, ha sido escenario en los últimos años de varios atentados, algunos contra intereses estadounidenses. En junio de 2002, doce personas murieron por un ataque suicida contra otra sede diplomática de EEUU mientras que en noviembre de 2005 fallecieron dos personas en un atentado dirigido contra la cadena de comida rápida estadounidense Kentucky Fried Chicken (KFC).
El atentado se produce un día antes de que llegue a Pakistán en visita oficial de Bush, quien actualmente se encuentra en la India. Está previsto que el mandatario llegue a última hora de este viernes a Pakistán para una visita oficial de apenas veinticuatro horas, pues abandonará el país en la noche del sábado para regresar a Washington.
Bush mantiene la visita
Desde Nueva Delhi y en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro indio, Manmohan Singh, Bush reveló que una de cuatro las víctimas mortales del atentado es un diplomático estadounidense. Enseguida, sostuvo que "terroristas y asesinos no impedirán que viaje a Pakistán. Este es un viaje importante" y que, precisamente, hablará con el presidente Pérvez Musharraf sobre cómo detener a los terroristas.
El presidente estadounidense aseguró que los terroristas son "personas sin conciencia, que deben ser llevados a la justicia" y expresó su compromiso a "colaborar con las naciones para seguir el llamado de la Historia, a permanecer al frente" de la lucha contra el terrorism