El Partido Socialista (PS), que gobierna Portugal, se declaró vencedor de las elecciones legislativas celebradas este domingo después de que las proyecciones de voto difundidas por televisión le atribuyeron del 36 al 40 por ciento de los votos. Con la casi totalidad de votos escrutados, estos pronósticos quedaban confirmados.
El jefe de campaña del PS y actual ministro de Trabajo, José Vieira da Silva, proclamó el triunfo de su partido, que, según las proyecciones, pierde la mayoría absoluta conquistada en las elecciones de 2005, con un 45 por ciento de sufragios.
Según los muestreos a pie de urna de las cadenas de televisión, el principal partido de la oposición, el Social Demócrata (PSD, centro-derecha) obtiene entre el 25 y el 30 por ciento de sufragios, menos del 31,7 que le dio la victoria en las elecciones europeas de junio.
De acuerdo con las mismas proyecciones el marxista Bloque de Izquierda (BI) logra del 9 al 12 por ciento, el conservador Centro Democrático Social- Partido Popular (CDS-PP) consigue entre 7 y 11 por ciento y la coalición de comunistas y verdes (CDU) de un 6,5 a u 10 por ciento.
Vieira da Silva, en un discurso en el hotel de Lisboa donde su partido sigue el escrutinio, calificó de "muy difíciles" las condiciones de la victoria socialista en las legislativas de hoy y la consideró fruto de una campaña de propuestas diferente al "negativismo" de sus oponentes.
Si las proyecciones finalmentese mantienen, el primer ministro José Sócrates, necesitaría del apoyo de alguna de las otras fuerzas políticas para sacar adelante su programa de Gobierno en el Parlamento.
El centro-derecha no despega
Los sondeos a pie de urna que hicieron cantar victoria al PS supondrían un revés para Manuela Ferreira Leite, la dirigente del principal partido de la oposición, el PSD, que lejos de llegar al poder, como aspiraba, baja en relación a las encuestas preelectorales y las europeas de junio.
En las elecciones legislativas participaron casi nueve millones y medio de portugueses en una jornada sin incidentes en la que la abstención se calcula entre el 36,9 y el 43 por ciento frente al 35 de las anteriores legislativas.
El diputado del Bloque de Izquierda (BI), Luis Fazenda, se congratuló de inmediato de "derrotar a la derecha y quitar la mayoría absoluta a los socialistas" a los que su partido se ha mostrado remiso a respaldar para formar Gobierno.
Según Fazenda estas proyecciones dan "fuerza al BI" que, de confirmarse, llevará "muchos diputados y diputadas a la Asamblea de la República" y "acabará con la arrogancia del Partido Socialista" al perder la mayoría absoluta.